Lylliam Huelva
Autora invitada
Durante nuestros años de educación formal, muy pocos han tenido la oportunidad de recibir clases de cocina o cursos de finanzas personales. Si sos de los que recibieron, tuviste suerte. La mayoría de las veces terminamos de formarnos y empezamos a adquirir responsabilidades sin tener nociones básicas en esos aspectos tan cruciales para la vida.
Cuando me independicé me di cuenta de que no era lo mismo hacer compras para una familia de cinco, que para una o dos personas. El resultado era que todas las semanas había cosas que se habían echado a perder, en especial las verduras y frutas, lo que se traduce en dinero perdido.
También, debo reconocer, es que cuando nuestros conocimientos de cocina son limitados podemos terminar aburridos de cocinar lo mismo. Mi hermana se quejaba en sus visitas a mi casa de que siempre le preparaba: pasta con salsa de bote o atún con mayonesa y, cuando tenía más tiempo, pollo a la plancha.
Al final, descubrí que parte de la comida que compraba quedaba sin hacerse y, cuando no me quedaba tan rico, terminaba desmotivada de cocinar por meses. Y a la larga, eso incrementaba el gasto en comida fuera de casa. ¿Te ha pasado?
Hace un par de meses, un grupo de personas con diferentes visiones empezamos a discutir sobre la importancia de contar con espacios donde adolescentes y adultos pudieran aprender de cocina en un ambiente que les permita adquirir conocimientos de forma práctica y divertida de la mano de un profesional. Así nació El CookWorking, aunque es más que clases de cocina. Ya les contaré de eso más adelante.
Consejos para hacer tus compras
En el CookWorking, las personas no solo tienen la oportunidad de aprender recetas con la guía de un chef, también reciben tips sobre cómo escoger vegetales, cómo almacenar alimentos, cuál es la forma adecuada de manipularlos, con qué acompañar sus comidas y cuántas porciones pueden obtener de una libra de carne. Te quiero compartir algunas de las cosas que hemos ido aprendiendo:
✅ Por ejemplo, el Chef nos ha explicado que si vas a comprar tomate para la semana es mejor que estén pintos, para que terminen de madurarse en el tiempo que los vas a tener guardados mientras se van usando; si los compras muy rojos eso indica que están maduros y dilatarán menos días en tu casa.
✅ Con otros vegetales como la papa o el chayote, lo mejor es tocarlos para ver si están sólidos, porque eso indica que están frescos y así se puede asegurar que la vida útil en el refrigerador sea más larga.
✅Con las lechugas es importante ver su color, en especial el de los tallos, que tienen que estar bien verdes y no estar aguados. Para almacenarlas, pueden lavarse, ponerse a escurrir y envolverse en papel toalla para meterla en la refrigeradora para reducir el tiempo de oxidación.
✅También nos explicó que las harinas, que normalmente son de baja rotación, pueden almacenarse en bolsas plásticas bien selladas sin aire en la refrigeradora para que no se llene de gorgojos.
Aprender desde temprana edad
Estos conocimientos al comprar y almacenar alimentos son básicos para todas aquellas personas que quieren optimizar su dinero, y que mientras más temprano se adquieren, mejor.
Por ello, en El Cookworking estamos preparando uno de los cursos que más emoción nos genera, y que me hubiese gustado recibir hace algunos años 😉: cocina básica para adolescentes.
El objetivo del curso es introducir a las y los adolescentes en los conceptos básicos de la cocina, enseñar habilidades culinarias fundamentales, fomentar la creatividad y la autonomía, así como promover la alimentación saludable. Durante dos meses, dos veces por semana, las y los adolescentes aprenderán a preparar alimentos del día a día de la dieta nicaragüense y asados tradicionales.
Y no se preocupen, que también tendremos edición del curso de cocina básica para adultos que, como yo, quieran ampliar sus conocimientos en la materia y, de paso, mejorar en el manejo de sus finanzas. Para estar al tanto de nuestra oferta de cursos, pueden buscarnos en Facebook como El Cookwing y en Instagram como @elcookworkingni.
Consejos de oro para ahorrar al cocinar
Antes que te vayás, no queremos que pasés por alto estas recomendaciones para que optimicés ese presupuesto que cada mes destinás para alimentos:
1. Evitá desperdicios planificando comidas. No hagás la lista de compras en el aire, sino hasta después de decidir qué van a comer/cocinar en tu hogar los próximos días, de modo que comprés lo realmente necesario, evitando exceso de sobrantes.
2. Cautela con los ingredientes de poco uso. A veces compramos ingredientes específicos para una receta y luego quedan en el olvido, convirtiéndose en dinero tirado. Una alternativa es utilizar ingredientes versátiles para diferentes platillos, o comprar las presentaciones más pequeñas.
3. Aprovechar sobrantes. En vez de tirarlos, se puede reutilizar sobrantes de comidas. Por ejemplo las sobras de pollo asado del fin de semana pueden complementar un arroz a la valenciana, unas quesadillas o una ensalada.
4. Cuidado con el exceso de electrodomésticos y utensilios de cocina. Hay gran variedad de ellos, lo que podría empujarte a comprar cosas que no utilizarás con frecuencia, o que incrementarán otros gastos, tales como la energía.
5. Valorá optar por cortes de carne o productos exentos de impuestos. Hay alimentos que están exentos del 15% de IVA, por lo cual, con ligeros cambios en tus compras, podrías generar un ahorro significativo. Sobre ese tema podés ampliar aquí.
