Fitness y finanzas: cambiá tu vida sin gastar de más

Después de muchos lamentos e intentos por bajar de peso (sin éxito) hace poco más de un mes decidí entrar al gimnasio. Debo confesar que no es lo mío, nunca lo ha sido y probablemente nunca lo será. Era la tercera vez en mi vida que hacía el intento.

Coticé varios y opté por el menos caro: 30 dólares la mensualidad, ubicado en las cercanías de mi ruta diaria y muy bien equipado. Mis horarios cambiantes (por asuntos de trabajo, maternidad y mis proyectos personales) provocaron que sólo fuera la primera semana. Terminé perdiendo dinero, lo que es una de las cosas que más me duelen.

Le compartí mi fracaso a José Adán Silva, un colega que se ha destacado en el gremio periodístico por la calidad de su pluma, y ahora por una razón más: con perseverancia ha demostrado que es posible tener una vida –y un cuerpo– más saludable sin gastar mucho, como nos pasa a los novatos en el tema.

Por la calidad de sus recomendaciones y tips que me compartió para lograr mis metas físicas –basado en su experiencia– acepté sin pensarlo dos veces cuando me propuso que desde Dele Peso a sus Pesos y El Reportero Sport hiciéramos este post, para que más personas puedan empezar el cambio, sin que eso signifique un golpe a su bolsillo. En cada una de las opciones contraponemos las opciones de pago, para que vos saqués tus conclusiones.

1. Caminar. Este es el ejercicio más económico, popular y sencillo de realizar. No requiere mayor inversión que un par de zapatillas deportivas, un reloj para medir el tiempo (puede ser tu celular) y una botella de agua.

Opción de pago: pagar un gimnasio para usar sus caminadoras eléctricas y gastar más de 100 dólares en unas zapatillas de marca para running.

2. Ciclismo. Una bicicleta, además de ser un medio de transporte más barato que el uso de vehículos de combustible, es también un instrumento excelente para ejercitarte de forma económica. No es necesario comprar una bicicleta especial de carrera o de montaña, equipamiento técnico e indumentarias especiales para ciclismo profesional. Pasear en bicicleta es una alternativa económica, divertida y útil como medio de transporte.

Opción de pago: el spinning, un programa deportivo que usualmente se realiza en gimnasios y clubes especiales, bajo observación de instructores certificados. Las tarifas varían de 25 a 50 dólares por mes y es casi un hecho que además gastarás en ropa adecuada o “a tono” con los demás miembros del grupo.

3. Bailar. No cuesta mucho y es divertido. Basta un equipo casero de audio, o un celular con audífonos y si quieres, un espejo ¿Quién no tiene un espejo en casa? Podés elegir tu música preferida y darle rienda suelta a tu energía e imaginación: sentirte la Shakira de tu casa y tratar de mover las caderas como ella en concierto, o simplemente recordar tus mejores pases en la disco de tus años juveniles.

Opción de pago: sesiones de zumba o danza en clubes especializados donde la tarifas van de 15 a 45 dólares las mensualidades.

4. Videos. Gracias al internet, Youtube te ofrece un universo de alternativas de ejercicios físicos, caseros y profesionales, que te permiten conocer a fondo y repetir rutinas realizadas por expertos en todo tipo de disciplinas deportivas.

Opciones de pago: Contratar los servicios especializados de centros online de entrenamiento personal, que te ofrecen cursos de hasta 1,700 euros o dólares.

5. Fitness casero. Con ayuda de blogs sobre ejercicios físicos y salud, como el de El Reportero Sport, y páginas relacionadas, podés hacerte una lista de ejercicios de Fitness con instrumentos caseros y baratos (llantas, cuerdas, sillas, balones, pesas, otros).

Hay talleres de metalurgia que fabrican pesas artesanales y accesorios deportivos de buena calidad y menor precio que el de las tiendas deportivas, y en caso que sea necesario comprar artículos deportivos originales, siempre hay opciones de comprarlos de segunda y en buen estado por una situación simple: mucha gente en un momento de inspiración deportiva tiende a comprar máquinas, equipos y accesorios deportivos originales en tiendas deportivas y luego de pasado el momento de entusiasmo, tienden a abandonar sus inversiones y al cabo de un tiempo, las venden para tratar de recuperar algo de lo invertido o para liberar espacios en sus bodegas o patios.

Opción de pago: pagar la membresía en un gimnasio, que en el caso de los mejor acondicionados sus mensualidades puede ir desde 30 hasta cerca de 60 dólares.

Si bien en muchos aspectos financieros lo barato sale caro, en salud es todo lo contrario: cualquier iniciativa o alternativa que lleve a la persona al ejercicio físico (tomando todas las medidas de seguridad), repercutirá positivamente en la salud y por ende en su situación económica por las siguientes razones:

A. La salud es el principal activo de las personas altamente productivas (salud, dinero y amor, dice el adagio). Sin salud no podés generar ingresos y mucho menos disfrutarlos.

B. Toda inversión en ejercicios físicos es salud y una persona saludable requiere menos gastos económicos de prevención y tratamiento médico. Las enfermedades, sobre todas las crónicas, suelen ser costosas en sus tratamientos y curaciones y disminuyen la calidad de vida de las personas. Una buena inversión en ese sentido significa disminuir las posibilidades de sufrir enfermedades crónicas o reducir sus efectos y riesgos, y eso solo se logra con ejercicios físicos, nutrición responsable y lectura.

C. Cuando una persona logra crear disciplina y conciencia sobre los hábitos fitness, puede prescindir de las ofertas engañosas de carísimos tratamientos de batidos o cremas reductoras de tallas, de tratamientos médicos peligrosos que te ofrecen figuras esculturales por miles de dólares, de métodos mágicos y rápidos para esculpirte una cintura de avispas o eliminarte las estrías. O simplemente gastar menos en comida chatarra y elegir opciones más saludables.

Como verás, tener una vida saludable y más activa no es sinónimo de más gastos; hay múltiples opciones que se ajustan a cada presupuesto. La pelota ahora está en tu cancha.