Más de una vez mis amigos me han pedido que escriba sobre esto, ante los inconvenientes que les ha provocado. Y es que todas las personas consultadas opinan igual: tener una relación sentimental (formal o informal) conlleva más gastos que a la larga pueden convertirse en problemas financieros.
¿Por qué? Por un lado podemos tener un concepto errado del “tiempo de calidad” en pareja y lo asociamos solamente a viajes, restaurantes, cine, regalos caros, entre otros factores que con el tiempo pueden desequilibrar nuestras cuentas.
Aquí se mezclan muchos factores: por un lado está el entusiasmo del inicio de la relación, que provoca que querramos ir acumulando nuevas experiencias con esa persona y llenarles de detalles; también muchas veces no tenemos la suficiente confianza para dar a conocer nuestra realidad financiera y gastamos más de lo que podemos; o creemos que no hay muchas opciones de diversión a bajo costo.
¿Cómo evitar que sea un problema? Hay muchas cosas que podemos hacer para evitar que una relación se convierta en un inconveniente financiero. Por el contrario, si ambos están en sintonía y trabajan por el mismo propósito, podrían mejorar juntos su situación económica.
La diversión no debe ser cara. El primer paso debe ser dejar de pensar que para divertirse en pareja se requiere (obligatoriamente) gastar mucho dinero. Las salidas se pueden alternar con opciones gratuitas. Algunos centros culturales de embajadas ofrecen semanalmente actividades que incluyen cine, noches de lectura, teatro, entre muchas otras. Es cuestión de empezar a estar al tanto de ellas y abrirnos a otras posibilidades.
Fiscalizarse mutuamente. Si identifica que su pareja tiende a gastar compulsivamente, o a endeudarse sin necesidad, ¡ayúdele! La pareja es probablemente la persona más cercana que tenemos, así que es vital en nuestra vida para hundirnos financieramente, o para ayudarnos a salir de problemas. Y no hablo necesariamente de prestarse dinero, sino de controlar los gastos y fijarse metas financieras juntos. Si hacen esto, tendrán una motivación para administrar mejor lo que tengan.
Ser honestos. Independientemente de la etapa civil en que se encuentren, lo mejor es sincerarse. Si alguno de los dos está sobreendeudado, no ocultarlo. O si tiene problemas de ingresos, también hacerlo saber. El ocultar información de ese tipo puede hacer que su pareja se cree ideas erróneas sobre su realidad financiera, lo que propicia más gastos. Es mejor ser honestos desde el inicio para evitar aquel conocido: “¿y por qué no me contaste antes?”
Ser ayuda, no problema. La pareja es nuestra contraparte en las finanzas. Si su pareja es derrochadora, pues no lo sea usted también, sino que más bien ayúdele a que aprenda a gastar de forma más inteligente, abrirle los ojos. Sobre todo si la relación es seria y se proyecta para el lago plazo, es necesario que sean de ayuda mutua y no un problema. Si, por ejemplo, la situación económica amerita que uno de los dos busque un ingreso extra, ¡échele una mano en todo lo que esté a su alcance!
Ser conscientes. Hablemos con honestidad: a todos (hombres y mujeres) nos gustan los detalles, regalos y mimos, pero si su pareja tiene problemas de dinero, lo mejor es ser conscientes con su situación y quitarnos de la cabeza la “idealización de la relación” que nos venden las películas y publicidad. Realmente no es necesario un regalo de cumple mes, ni de aniversario, ni el 14 de febrero… y podemos seguir mencionando. Esto también incluye que las mujeres nos quitemos de la cabeza que “el hombre es el que invita”. A menos que él sea quien insista en saldar la cuenta, que cada quién pague lo que consumió.
Valorar muy bien hasta dónde ayudar. Generalmente se cree que cada relación es la definitiva porque esa es la persona indicada, pero eso sólo el tiempo lo dirá, por tanto es necesario que se valore muy bien qué tipo de ayuda va a darle a esa persona para mejorar sus finanzas, pues si le hace un préstamo y luego terminan la relación, no sabe si le va a pagar. O si usted compró algo y lo puso a nombre de su pareja, o si fue su fiador. Ojo con esto.
Como pueden ver, tener una relación no es sinónimo de problema financiero si ambos tienen claro que pueden afectarse o ayudarse mutuamente. Recuerden que siempre es mejor dos jalando la carreta.
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Excelente articulo
Slds ________________________________