Por Yocasta Orozco
No hay nada más placentero que recibir el pago después de semanas largas, intensas y duras de trabajo. Lo merecemos. Pero la sensación no es la misma al momento de utilizarlo: poco o nada reflexionamos sobre lo mucho que nos costó, simplemente sacamos el primer billetito y tras de ese se va el segundo, el tercero, el cuarto… hasta que la emoción del logro se diluye en el impulso del gasto.
Controlar las emociones, reflexionar sobre nuestras decisiones y planificar es tener educación financiera. Hoy quiero que hablemos de esos errores, de modo que tu salario sea una realidad y no un triste recuerdo:
Trabajar para ganarnos nuestro sustento nos hace merecedores de un “gustito” de vez en cuando; pero no debemos excedernos en ellos.
Cuando nos “cae” la quincena nos sentimos los dueños del mundo, adinerados, tanto así que fácilmente olvidamos los compromisos financieros y gastos que nos esperan en casa: salimos a comer con nuestros amigos o familiares, lo cual no está mal, siempre y cuando esa salida ya esté en tu planificación. Al elaborar tu lista de gastos, luego de incluir los obligatorios y prioritarios, podés destinar una cantidad para esa salida, en lugar de cargarlo a la tarjeta de crédito. Y, en caso que no alcance, aprender a decir “hoy no puedo”.
No es adecuado que te gastés buena parte de tu salario en saliditas porque lo más seguro es que regresés únicamente con tu billetera vacía y un mar de pensamientos convertidos en dolores de cabeza que buscan alternativas para saldar tus deudas… ¡auch!
Esta es una campanada de alerta para tus finanzas: si sos de esas personas que apenas tiene dinero en la mano se va a comprar eso que miró hace unos días en alguna red social, o que quizás quedó atrapado por eso que vio tras una vitrina en el centro comercial (una compra no planificada), entonces –clin, clin- tus finanzas están siendo amenazadas por el mal de las compras impulsivas.
Gastar puede resultar muy satisfactorio, no pensamos en ese momento, simplemente vemos, olemos, tocamos y compramos, ya sea al crédito o al contado. Lo difícil es pagar o responder a las otras responsabilidades que desatendés cuando gastás por impulso constantemente.
Antes de caer en el «dulce canto» de las compras impulsivas y evitar que nos atrapen las garras del despilfarro, mientras te das esa vuelta por el centro comercial, pensá en los compromisos que podés hacer frente con ese mismo dinero que podrías gastar, qué tan necesario es realmente, o si puede esperar.
“El próximo pago voy a ahorrar”. Seguro eso venís diciendo desde inicio de año (o antes) y no lo has hecho. Solo pensás en darte el gustito de la quincena y cubrir tus deudas. Pero no debe de ser así.
Lo primero que debés hacer al recibir tu quincena es separar la parte que NO te vas a gastar (es decir, un ahorro), en la actualidad es mucho más fácil porque podés hacer transferencias en línea de una cuenta a otra, porque como decía mi abuela: “ahorrá ahora que las vacas están gordas, porque cuando estén flacas, con esos ahorros las van a alimentar”.
Ahorita que tenés ingresos es el momento de ir haciendo una protección para el momento en que lo necesités. No darle al ahorro la importancia que tiene puede tener graves consecuencias para nuestro bolsillo, ya que este depende en gran parte de los planes que tengamos y de lo preparados que estemos ante las adversidades.
Especial para vos: Si no ahorrás es porque no querés.
Muchas veces decidimos hacer ciertos gastos que queremos descontar del próximo salario a recibir. Es decir, hoy ya no tenemos dinero, pero queremos hacer «X» gasto, entonces lo hacemos con nuestro dinero del futuro, o sea: te gastás anticipadamente el dinero que aún no has ganado, ya sea con un «tarjetazo», «fiando» e incluso pidiendo prestado a otra persona, prometiendo pagar con el próximo salario.
Las excusas que nos ponemos para gastar nuestro dinero por adelantado pueden estar relacionadas con que «está barato», o «está en oferta» y es por poco tiempo, así que «debemos aprovechar». Pero no, esos solamente son pretextos para permitirnos crear problemas en nuestro bolsillo. ¿Realmente vale la pena?
Hay quienes conscientemente prefieren ignorar sus gastos y compromisos financieros para no tener que afrontar su realidad económica, y es ahí que un plan de gastos o presupuesto nos ayuda a vencer todas estas maneras de matar tus quincenas.
¿No sabés cómo hacer un presupuesto? ¡No te preocupés! Aquí te enseño a hacer un presupuesto personal sencillo (y que podás cumplir)
Tu quincena es lo que vos querés que sea: algo útil para tu vida (y tus metas) o un triste y efímero recuerdo de lo que no fue. ¿Querés trabajar y trabajar por años y no lograr mucho? Si la respuesta es no, empecemos a trabajar en los cambios 😉.
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Gracias por esta publicacion es muy buena para nuestra finanzas
Hola Luis
Gracias por estar al pendiente de nuestro contenido.
Saludos
¿Cómo obtengo la plantilla de presupuesto?
Hola Cinthya
Aquí podés descargar tu presupuesto: https://delepesoasuspesos.com/finanzas-personales/1240-como-hacer-un-presupuesto
Saludos