Dónde comprar: ¿en el súper o en el mercado?

El eterno debate de si es mejor comprar en los mercados o en los supermercados podría estar dando un giro ante la nueva realidad socioeconómica de Nicaragua.

Llevamos más de 4 años de crisis política que ha desembocado en crisis económica, los ingresos han bajado y con ello el consumo, lo que arrastra las ventas de las empresas y con ello se ensancha el círculo negativo en nuestra economía: menos empleo, menos consumo, menos ventas, menos empleo, menos consumo, menos ventas… y así sucesivamente.

¿Qué tiene que ver esto con si es mejor comprar en los mercados o en los supermercados? Que precisamente la competencia entre los distintos oferentes de productos y servicios –formales e informales– estaría incidiendo en los precios que éstos ofrecen.

En esa ocasión pude constatar que la diferencia de precios entre el mercado y el supermercado con los precios más altos podía superar el 20%.

A propósito de las variaciones de precios derivadas  de las dos reformas que han entrado en vigencia en el año 2019 (la tributaria y la reforma al sistema de seguridad social) quise repetir el experimento para saber dos cosas:

1. Si es verdad que esos incrementos no se verían reflejados en los mercados (pues la gran mayoría de comercios ahí no retienen IVA y/o son informales.
2. Si se mantenía la brecha de precios como antes de la crisis.

En esta ocasión comparamos precios en dos supermercados (con distintos segmentos y mercado y por ende, precios) y el mercado que popularmente se conoce como el más barato: el Oriental. Los productos seleccionados forman parte de la canasta básica y esta vez decidimos incorporar las marcas o tipos de productos más populares. En cada sitio se cotizó misma presentación y marca, o la que más se le acercara, como fue en el caso del aceite para cocinar. Estos fueron los resultados:

Como podés ver, hay productos básicos en que algunos supermercados igualan o hasta superan en precios al mercado, mientras en otros la diferencia no es abismal como hace tiempo atrás.

Y la explicación para esto es que todos los comercios –grandes y pequeños, formales e informales– están compitiendo entre sí por ese reducido consumo que hay en nuestra economía y una de las formas de hacerlo es vía mejores precios moderando (probablemente) la rentabilidad.

Entonces, ¿a comprar en el súper?

Si leés con frecuencia Dele Peso a sus Pesos sabrás que no somos de decir “andá aquí” o “no vayás allá”.  Nuestro trabajo es darte toda la información para que tomés tus decisiones, según lo que más convenga a tu realidad.

Entonces, con relación a mis dos interrogantes anteriores, concluí:

1. Las variaciones de precios también se ha reflejado en los mercados, pese a no ser retenedores de impuestos.
2. La brecha de precios con supermercados se ha reducido en muchos productos.

Importante que leás: Consumir de forma inteligente: sí es posible

Pero, volviendo a la pregunta de qué es mejor, te comparto las ventajas y desventajas de cada uno para que valorés y no sólo te guiés por precio.

Ventajas de los mercados:

✔ Productos perecederos más frescos.
✔ Menores precios.
✔ Contribuimos a la economía de personas con menores ingresos.
✔ Mayor variedad de productos.

Desventajas de los mercados:

✔ Horario reducido.
✔ Variación de precios según la apariencia del comprador.
✔ Inseguridad.
✔ Demanda más tiempo para hacer las compras.

Ventajas de los supermercados

✔ Aceptan devoluciones
✔ Mayor seguridad
✔ Se aceptan otras modalidades de pago (por ejemplo puntos, tarjetas de regalo, etc)
✔ Generan empleos formales.
✔ Se puede comprar en cantidades más reducidas (por ejemplo, un tomate en lugar de un balde)

Desventajas de los supermercados:

✔ Precios más altos.
✔ Predominan productos envasados, congelados y con más preservantes.
✔ Variedad de productos es más limitada que en mercados.
✔ Por su forma de presentar los productos nos inducen a gastar de más.

Como podés ver, la decisión de comprar en el mercado o en el supermercado no es un asunto solamente de precios, sino de disponibilidad de tiempo, horarios, necesidades de productos específicos, volúmenes de compra, entre otros.

Lo importante es que sea cual fuere tu decisión no sea por inercia, sino que como resultado de tu planificación. Esto nos convertirá cada día en consumidores más inteligentes.