La casa es sin duda nuestra principal fuente de gastos: la comida, la limpieza, mantenimiento, los niños (si los hubiera) y un sinnúmero de etcétera. Entonces, seguramente muchas veces te has preguntado cómo lograr reducir los gastos en el hogar y hoy te propongo cambiar la forma en que lo ves para lograrlo: empezá a ver tu casa como una empresa.
Sí, así como leíste: hay una tendencia internacional, con mucha fuerza en países como España, en los que se intenta adaptar en los hogares los mismos estándares que a una empresa, de modo que se puedan optimizar los recursos.
¿Cómo funciona esto? Aplicando en tu casa los mismos principios que en un negocio: reducir costos, aumentar los ingresos, cumplir metas, todo ello a través de la planificación y el control. Aquí te detallo:
El presupuesto, la base de nuestra empresa llamada casa. ¿Cuántas empresas exitosas (sin importar el tamaño) funcionan sin un presupuesto? Pues si en tu casa no lo hay, no esperés que todo marche bien. El presupuesto de la casa debe ser tu guía y para efectos prácticos de revisión podés hacerlo inicialmente cada semana, dividiendo el mes en cuatro semanas. Sí, cuatro minipresupuestos. ¿Por qué de ese modo? Porque así te será más fácil detectar pérdidas en áreas muy importantes (por ejemplo la comida).
Si hacés un presupuesto que se desvía frecuentemente no te alarmés, realmente es bastante normal que esto ocurra, pero se le debe dar seguimiento e ir corrigiéndolo: identificar en qué tipo de gastos se dan esas desviaciones y así tomar medidas.
Adquisiciones e inventario. Tal como lo hacen las empresas, cuando hagás compras debés tomarte el tiempo para cotizar y comparar precios, de modo que gastés lo menos posible. Si tenés personas que te ayudan con las labores del hogar, no confiés a ciegas las compras a terceros (recordá qué pasa con lo que no nos cuesta…), tomá el tiempo necesario para ver cuánto cuesta cada cosa y así llevar un buen control.
Si no tenés mucho tiempo para ir personalmente a hacer las compras, capacitá a la persona encargada en este tema sobre el que debe ser el objetivo común: ahorrar. Revisá las facturas siempre y no olvidés la amiga de toda la vida para controlar gastos: la lista de compras.
Especialmente para vos: Decime dónde comprás y te diré cuánto perdés
Un tip que da resultados es planificar los menús anticipadamente. Puede ser una vez a la semana, de modo que sepás de antemano realmente cuánto necesitarás de esto y de aquello, evitando pérdidas en productos perecederos.
Aquí hay un punto importante que no se nos puede olvidar JAMÁS: y es revisar con frecuencia el inventario de productos con fecha de caducidad. ¿Te ha pasado que guardaste algún enlatado o salsa pensando en “otro día”, pero cuando llegó ese día (meses después) estaba vencido y fue una pérdida?. O bien, fuiste al mercado o supermercado, compraste algo y al llegar a casa resulta que sí tenías en la despensa… Son situaciones comunes cuando no se realiza un inventario periódico (especialmente antes de ir a hacer las compras).
Gestión del talento humano. La clave de una empresa exitosa son las personas que la integran; se pueden llevar bien las cuentas pero si no se gestiona adecuadamente a la gente, no iremos a ningún lado. ¿Cómo se aplica esto en la casa? Primero revisando las tareas y funciones de cada una de las personas que ahí viven. Ver si hay un balance.
Si no lo hay, es momento de distribuir tareas y responsabilidades, asignando absolutamente todo (especialmente si no hay alguien que supervise el hogar todo el tiempo); desde llevar el control de las fechas de pago de las cuentas, hasta asignar quién limpiará qué, quién se encarga de las mascotas, quién de hacer el inventario antes de las compras, quién irá a hacer esos pagos, entre otros.
En caso que en tu hogar haya personas a cargo de la limpieza, niñeras, conductores, jardineros (he visto casas con tres o más personas trabajando), revisá si esa inversión en salarios es rentable. Quizás en vez de alguien de tiempo completo puede ser de medio tiempo, o bien con algunas frecuencias a la semana, o bien una sola persona podría hacer lo que actualmente hacen dos y, especialmente: no tengás miedo de asignar tareas a tus hijos, especialmente si tienen más de 10 años. Realmente es un favor el que le estarás haciendo.
En cualquiera de los casos, para que tu empresa llamada hogar funcione, todas las personas que la integran deben sentirse parte del proyecto.
Mantenimiento y reparaciones. En las empresas esta es una parte esencial, pues nos evitan situaciones apremiantes que podrían llevarnos a gastar más dinero. Lo ideal es revisar periódicamente el funcionamiento de los aparatos más necesarios en el hogar y darles el mantenimiento preventivo, o en caso que aparezca un ruido extraño o muestre algún desperfecto, atenderlo de inmediato, no dejés pasar tiempo o terminarás quedándote sin el artefacto por una buena temporada, o peor aún: corriendo de «emergencia» a sacar uno al crédito en una casa comercial.
No dejés de leer: Electrodomésticos al crédito, cuándo sí y cuándo no
En una conversación con la costarricense Ileana Hidalgo, licenciada en empresas hospitalarias que promueve a nivel regional esta idea de ver los hogares como empresas, me recomendaba que siempre que sea posible, es mejor reparar que comprar, sobre todo si se ha comprobado la calidad del producto, pues en la actualidad casi todos los nuevos artefactos para el hogar son desechables, lo que se termina convirtiendo en una fuente inagotable de gastos.
Fijarse metas. Al igual que cualquier negocio, en el hogar hay que plantearse objetivos, los cuales deben ser medibles. Desde fijarse un monto de ahorro para las vacaciones soñadas, reducir gastos de modo que se pueda costear un seguro para la vivienda o para los enseres, de modo que estén protegidos en caso de robos, tener a fin de año suficiente dinero para costear el regreso a clases, hacer una mejora en la infraestructura, empezar a generar ingresos desde la casa con un pequeño negocio… son muchas las opciones y cada hogar define cuál será su meta anual, pero garanticen ponerse una y trabajar todos para lograrlo.
Adicionalmente, conforme se vaya encaminando su casa hacia la buena organización financiera, identificá en qué se está gastando de más y plantéense metas de reducción de gastos. Si por ejemplo pagan 800 córdobas de energía eléctrica, fíjense la meta de reducir el gasto a 600 y colaboren todos para ello. O bien, si utilizan un producto de limpieza para cada parte de la casa (baños, cocina, área de lavado, pisos), buscar métodos alternativos o productos que puedan utilizarse para más de un espacio: habrá gran ahorro.
No importa si el hogar es monoparental, biparental o si todos aportan por igual: todos los hogares pueden optimizar sus recursos si se planea, se organiza y se miden los resultados. ¿Te animás a convertirte en gerente de tu casa?
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Me encanto la forma en como se plantea el punto de la Casa...cosa que eventualmente trato de hacer de la mejor manera posible para mi persona. Gracias
Hola Wilber
Gracias por estar al pendiente de nuestro contenido.
Saludos