Por Gisella Canales
Al igual que muchas empresas, cuando se instaló la pandemia del COVID-19 en Nicaragua, el equipo de Dele Peso a sus Pesos se trasladó a trabajar desde casa y así estuvimos desde marzo hasta octubre, mes en que tomamos la decisión de reabrir nuestro espacio de trabajo.
Fueron casi siete meses y medio en que todo lo planificábamos y coordinábamos a distancia, con videollamadas o mensajes, y aunque el equipo siempre mostró su compromiso y responsabilidad, jamás será igual que interactuar en un mismo espacio de trabajo, pero sobre todo: no es igual intentar trabajar desde casa (con todas las distracciones que eso implica), que tener un espacio exclusivo para trabajar y mantenerlo separado de tu lugar de descanso/ocio.
Desde julio empecé con la “espinita” de que necesitaba un espacio de trabajo adecuado, y es curioso porque la primera oficina de Dele Peso a sus Pesos fue precisamente en mi casa, pero al combinar el “home office” con las casi generalizadas clases en línea, reuniones virtuales, webinars y similares, me di cuenta que si quería seguir trabajando en nuestros planes de crecimiento, no podía continuar trabajando desde mi sala –por mucho que me esforzara por acondicionar el espacio de trabajo–.
Durante tres meses aprovechaba cualquier tiempo libre que tenía para buscar anuncios en línea de módulos para oficinas y casas que se rentaran para ese fin, pero contrario a lo que pensaba (que encontraría mejores precios ante tantas personas cerrando sus oficinas), las opciones de arrendamiento no me hacían “clic” al analizar las variables: tamaño, ubicación y precio.
Un tanto desilusionada y resignada a seguir trabajando desde la casa al menos durante todo 2020, me encontré una publicación en redes sociales que llamó mi atención. Era la fotografía de espacios para oficina muy bonitos y visiblemente cómodos, con la frase “módulos disponibles”. De inmediato escribí para saber dónde era y lo elemental: el precio.
Me asusté un poco cuando me dijeron el sitio: Invercasa Business Center, el tipo de edificio corporativo que los emprendedores generalmente vemos inalcanzable, pero que luego de ese acercamiento comprobé que no es así, pues existen opciones como la modalidad de Oficinas Boutique, un formato de todo incluido que optimiza espacios de poco uso al compartirlo con otras empresas (recepción, cocineta, sala de reuniones y baños), reduciendo los gastos de renta.
Cuando empecé a hacer números me di cuenta que el gasto bajo esa modalidad sería muy similar al que teníamos cuando rentábamos un módulo en Bosques de Altamira, tomando en cuenta que se pagaba por separado el alquiler, energía, internet, se compraban insumos de limpieza y sanitización (ahora con el COVID-19), entre otros gastos; a lo que se sumaba que el parqueo era en la calle –y cuando tocaba trabajar hasta tarde la salida podía sentirse insegura–, además que para controlar la factura de energía no podíamos usar el aire acondicionado más que 5 horas al día, y la tarea de limpieza era todo una odisea (¡me encargaba yo!).
En la oficina en Invercasa tendríamos nuestra oficina privada para el equipo; gastos de agua, energía e internet cubiertos con el mismo arrendamiento; acceso a sala de reuniones muy bien equipada; cocineta con microondas y refrigeradora; baños separados para hombres y mujeres (en la oficina de Altamira solo teníamos un baño); recepción y recepcionista; ya no tendría que estar poniendo alarmas para la hora de encendido y apagado del aire acondicionado, preocupada por la factura de energía; contaríamos con servicio de conserjería todos los días, y por ende tampoco tendríamos que gastar en insumos de limpieza; contaríamos con un enorme parqueo y seguridad 24 horas, desde la entrada al edificio tendríamos garantizado un excelente protocolo sanitario de prevención del COVID-19 (alfombra para desinfectar calzado, termómetro y espacios para aplicar alcohol gel por todo el edificio).
En fin, ante tan amplia la lista de beneficios y al ver un gasto alineado con el presupuesto que ya teníamos destinado para ese fin, ¡tomamos la decisión! Así fue que desde el 2 de noviembre de 2020 nos mudamos a la Torre 2 del Centro Invercasa, una de las mejores decisiones que hemos tomado hasta ahora para el desarrollo de nuestra empresa.
Tomando en cuenta todo lo que tenemos ahora me atrevería a decir que es sustancialmente más barato que rentar un módulo o una casa en un área residencial con el espacio equivalente (la oficina, recepción, cocina, sala de reuniones y baños) y con los mismos servicios que tenemos incluidos (energía, internet, agua, seguridad, parqueo, conserjería, recepcionista, etc. ¿Cuál es la diferencia que impacta de esa forma en el precio? El compartir con otras empresas esos espacios que no se usan todo el tiempo, optimizando espacio y costos.
Pero más allá de los números fríos para mí hay dos beneficios valiosísimos: el primero es la seguridad. La cantidad de cámaras y guardas que hay en todo el edificio y parqueo y la seguridad que eso nos proporciona, definitivamente es importante en estos momentos en que vemos con cada vez más frecuencia cómo la delincuencia ha tomado como blanco a pequeñas empresas. Y el segundo es el valor intangible de compartir a nuestros clientes nuestra ubicación y cómo eso mejora nuestra imagen corporativa.
Siendo honestos lo más práctico y barato para una empresa de servicios como nosotros es quedarnos cada quien trabajando desde casa, pero al evaluar el resultado final puedo decir sin titubear que trabajar con el equipo in situ es mucho mejor para nosotros.
Asimismo, al conversar con el equipo pude comprobar que trabajar desde casa también era un reto para ellos, por las distracciones, el calor, los vendedores que pasan constantemente y cuelan sus pregones en las videollamadas. Por tanto, estar en un espacio físico también mejora su productividad.
A eso debemos sumar la motivación que brinda estar en un lugar cómodo, bien acondicionado, y con un ambiente 100% corporativo. Por eso reitero: ha sido de las mejores decisiones que hemos tomado desde que nacimos como empresa.
A todas las empresas, sin importar el tamaño, recomiendo siempre hacer número y valorar la viabilidad de cada gasto; y en el caso del arrendamiento de local para su oficina les aconsejo no dejarse llevar por primeras impresiones (no siempre lo que luce más barato lo es realmente) y explorar las distintas alternativas hasta llegar a la que más beneficiará a tu marca.
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