Seguramente usted ha escuchado hasta la saciedad que debe ahorrar, incluso hasta ha escuchado sobre los porcentajes “ideales”, en referencia a cuánto de sus ingresos debe destinar a esa necesaria reserva, pero… ¿es rentable desbocarse ahorrando cuando se tiene deudas?
Le daré un ejemplo para que me entienda mejor: supongamos que compró una casa mediante préstamo hipotecario, por el que paga una tasa de interés anual del 9.75 por ciento. Por el otro lado, cada quincena alimenta sus ahorros, pero por ellos solo recibe una tasa de interés anual del 1.5 por ciento, a lo que además se le debe deducir el impuesto que se cobra sobre esos intereses ganados. Son 9.75 por ciento versus 1.5 por ciento, usted paga más de nueve por ciento al año, pero a usted solo le pagan 1.5, ¿quién sale perdiendo?
Veamos el ejemplo más gráfico: el interés se calcula sobre la base del saldo de la deuda, pero suponiendo que la cuota de esa casa es de 250 dólares mensuales —aunque las condiciones varían según cada crédito— le aseguro que si acaso unos cien dólares se abonan al capital y lo restante corresponde a pago de intereses (ese detalle puede verlo en sus estados de cuenta del préstamo). Por otro lado, si usted lograra ahorrar cien dólares mensuales, por cada cien que deposite no ganará más que centavos.
Ojo: no le estoy diciendo que no ahorre, pero si está pagando intereses mucho más altos de los que gana por su dinero ahorrado, lo más recomendable es hacer un balance. ¿Cómo? Priorizar el pago de la costosa deuda y una vez esta haya mermado lo suficiente, o bien sea cancelada, puede recuperar su ritmo de ahorro, o mejor aún, aumentarlo.
Puede dividir el monto destinado al ahorro entre un porcentaje para esa reserva y otro porcentaje para abonarlo al capital del crédito, es decir, al monto que adeuda sin incluir los intereses. En mi caso he optado por ir guardando cada mes una cantidad y en vez de ir abonando de poquito en poquito al capital, espero un poco a tener un monto mayor (ya sean 500 dólares, mil, o lo que pueda reunir según su capacidad de ahorro) y acreditarlos de golpe al capital. Esto mermará su deuda y aunque puede que no le reduzca la cuota, sí reducirá el tiempo en que saldrá de ella y reducirá los intereses a pagar.
Pero antes de hacer esto asegúrese de las políticas de la institución que le otorgó el crédito, para evitar cobros por cancelación anticipada. También verifique si es posible hacer abonos al capital, pues he conocido de, por ejemplo, casas comerciales que no permiten abonar al capital, sino que solo adelanta cuotas. Si es así, al final termina pagando lo mismo, pero en menos tiempo.
Si quiere darle «peso” a sus pesos antes de contraer un crédito cotice las opciones. Tómese el tiempo de averiguar las condiciones de cada institución, la tasa que más le favorezca, cobro de comisiones y penalidades, entre otros.En el caso de que llegue a la conclusión de que pagar sus deudas en menor tiempo le será más rentable, hágalo, pero una vez que ya no las tenga, retome con fuerza el ahorro, no lo deje en el olvido.
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Con respecto al pago de deudas anticipadas, tengo entendido que existe una ley que nos proteje (a los consumidores) que evita que las instituciones financieras nos apliquen multas, cargos o como quieran llamarle, por pagos anticipados. Pero esto es para las instituciones financieras, no se si se extiende a las casas comerciales.
Sí aplica. No pueden penalizarte por ello y deben cobrarte sólo el saldo a la fecha, nada de intereses futuros ?