¿Viene otra reforma tributaria?

Durante las últimas semanas se han difundido supuestos “paquetazos” de reformas fiscales a través de las redes sociales, que según la misma información, sería en enero.

Para saber qué tan fiable es esa información y qué tan posible es que haya una nueva reforma a la Ley de Concertación Tributaria de Nicaragua, analicemos cómo le ha ido a la reforma de febrero 2019, que entró en vigencia en marzo:

Según el estudio Evaluación de la reforma tributaria y situación de la tramitología, realizado por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES) en conjunto con la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua, la Cámara de Industrias y la Asociación Nicaragüense de Distribuidores de Productos Farmacéuticos, la reforma de 2019 sí cumplió el objetivo de aumentar la recaudación de impuestos respecto a lo que habría captado si no se hubiese hecho la reforma, sin embargo, ese efecto “positivo” se ha ido reduciendo.

FUNIDES usa como escenario base los ingresos tributarios que estima se habrían captado si no se hubiese hecho la reforma y los contrasta con los datos oficiales sobre la recaudación a lo largo del año, tras la reforma.

A esa diferencia entre lo proyectado sin reforma y lo efectivamente recaudado se denomina “rendimiento de la reforma”, la cual se muestra en porcentaje. Ésta ha sido así a lo largo del año:

Como podés ver, la reforma generó más recaudación (33.9% de aumento en los ingresos entre abril y junio), pero ese incremento se ha venido disipando a lo largo de los trimestres y puede que mantenga esa tendencia en 2020, si no se hace reforma. Esto quedó en evidencia en el Presupuesto General de la República 2020, que proyecta un incremento de ingresos tributarios de apenas 2.6% respecto al presupuesto reformado de 2019 (al que se le incrementó el monto de recaudación de impuestos).

¿Por qué pasa esto? Porque la principal fuente de ese aumento de la recaudación han sido las empresas a través del incremento en el pago de impuestos, eliminación de exenciones, aumento en la base sobre la que se calculan impuestos a importaciones, alza en impuestos a productos como bebidas alcohólicas, bebidas dulces, gaseosas, cigarrillos, entre otras medidas que han repercutido en que las empresas hayan tenido que variar algunos precios, lo que en momentos de crisis económicas como las que enfrentamos, disminuye más el consumo.

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El estudio elaborado por FUNIDES incluyó grupos focales con 34 empresas de 8 distintos sectores, de los cuales se extrajo que estas reformas han provocado efectos muy negativos en las empresas, lo cual disminuye la posibilidad de que puedan aportar más impuestos.

Todo esto provoca que las empresas disminuyan inversiones, recorten empleo, disminuyan gastos, entre muchas otras medidas que a la larga repercuten en la economía en general y provocan mayor necesidad de ingresos por parte del Estado.

Por ejemplo, gran parte de las personas que se han desafiliado del Sistema de Seguridad Social por haber perdido sus empleos, se deben atender en el sistema público, presionando el gasto estatal en salud.

Por tanto, a la pregunta ¿el Estado necesita otra reforma tributaria para aumentar sus ingresos? La falta de actualización de la información correspondiente impide saberlo con precisión. Sin embargo, debido a que en 2020 la economía del país seguirá en recesión, es muy probable que la proyección de ingresos no sea como se espera.

De llegarse a dar ese escenario, surge la duda de si habrá un nuevo ajuste tributario, especialmente por lo difundido en redes sociales. Empecemos aclarando: esa información de “paquetazo” que ha circulado no está confirmado y, en cualquier caso, una nueva reforma a la larga dañaría más a las empresas, afectando el empleo (lo que disminuye el consumo) y, contrario a lo que se espera cuando se hacen reformas de este tipo, sería contraproducente para la economía en general y no causaría el efecto recaudatorio esperado.

Las empresas se encuentran en una situación de vulnerabilidad, y que cualquier cambio que implique mayores salidas de dinero, pondría en más aprietos el empleo, impactaría los precios y, por ende, afectaría a los consumidores en general.

Recomendamos a los hogares tomar medidas de precaución en cuanto al ritmo de gasto, controlar el endeudamiento y hacer el máximo esfuerzo por generar ahorro para hacer frente a cualquier cambio. En este artículo te compartimos más tips.

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