Sin dudas me atrevo a decir lo que más queremos para nuestros hijos es que sean adultos exitosos: que tengan éxito en el plano emocional, familiar, profesional y –por supuesto– en lo económico.
No hay una receta o fórmula mágica para lograrlo, sabemos que es resultado de un proceso, pero generalmente asociamos ese proceso a la calidad del colegio o universidad que elegimos, a las amistades que le rodean, al acceso a tecnología que tienen… y si bien todas ellas son piezas importantes en el rompecabezas del éxito individual, muchas veces dejamos de lado el desarrollo de habilidades blandas como el sentido de responsabilidad, la disciplina y perseverancia, que nos ayudan en TODOS los ámbitos de nuestra vida, y especialmente en la construcción de nuestra libertad financiera.
En el primer artículo en el marco de nuestro programa de educación financiera infantil Pesito a Pesito ya abordamos que para introducir a la niñez en ese mundo debemos empezar por despertar su curiosidad por las finanzas (y te compartimos varios tips para lograrlo). Entonces, una vez hemos captado su atención con relación al dinero y todo lo que se le relaciona, debemos empezar a trabajar con ellos en los objetivos o metas.
Empecemos por definir qué es una meta: es aquello hacia donde dirigimos nuestros deseos y acciones. Entonces, trabajar con nuestros pequeños en crear metas –y sobre todo, realizarlas– es enseñarles a conseguir cosas que anhelan.
La importancia de que las niñas y niños se fijen metas desde temprana edad es porque mediante el proceso aprenderán a tener disciplina, a formarse hábitos para llegar hasta esa meta, así como aprender a organizarse y a concentrarse en sus objetivos. Se darán cuenta que no basta con pedir algo para tenerlo, sino que debe haber esfuerzo de por medio.
Una de las cosas más importantes del proceso de crear y cumplir una meta es que cuando nuestros hijos lo logran, refuerzan su imagen de sí mismos (autoestima) y comprende que cuando hay un plan a seguir de por medio, es capaz de lograr cosas nuevas.
Incluso, en el caso que la meta no pudiera cumplirse, hay un aprendizaje de por medio: las cosas no siempre resultan igual que nuestros planes, pero ello no significa que debamos desistir, al contrario. Si identificamos qué debemos mejorar esta vez y nos esforzamos más, lograremos mejores resultados.
En general el proceso de fondo para crear metas no cambia mucho respecto a lo que recomendamos para los adultos (y en este artículo te explico con detalles), lo que cambia es principalmente la forma.
Como parte del programa Pesito a Pesito en el manual educativo para padres Educalo con Pesito, explicaremos más a detalle sobre cómo crear metas para niños según su edad, así como las herramientas lúdicas para conseguirlo (inscribite aquí para estar al tanto de la publicación de las piezas del programa). Mientras afinamos los detalles para su publicación, te compartimos tips para que acompañés a tus pequeños en este proceso:
✔ Las metas a fijarse deben ser realistas según su edad. Si vos le ayudás más de la cuenta, no tiene sentido.
✔ La complejidad y duración de las metas también van de acuerdo a su edad. No podés fijarle una meta a un año para un pequeño de 5-6 años, pero sí una de pocos días o un par de semanas.
✔ Las metas de tus hijos deben perseguir SUS sueños/deseos, no los tuyos. Es importante para que se sientan motivados.
✔ Hagamos acompañamiento mutuo: mientras nuestros pequeños trabajan en sus metas, nosotros fijémonos otra y hablamos sobre ellas, nos apoyamos y aconsejamos.
✔ Dar seguimiento. El monitoreo constante del cumplimiento de las metas es importantísimo al inicio, pues por ser un nuevo hábito, requiere ser reforzado constantemente.
En este proceso tus orientaciones y reacciones son claves. En el día a día debés esforzarte por darle ánimos y hacer sentir a tu hijo o hija que es capaz de lograr cualquier cosa que se proponga, ya sea que tiene que ver o no con dinero.
Incluso, antes de empezar los objetivos financieros te recomiendo empezar a desarrollar metas de otra naturaleza: lograr pintar un dibujo sin salirse, vestirse solo/a, aprender una disciplina deportiva. Algo que parezca “pequeño” pero represente un gran logro para ellos, de acuerdo a su edad.
Recordá siempre reforzarle que si se esfuerza y persevera, podrá cumplir sus metas y que vos estás ahí para enseñarle y apoyarle. Y que siempre puede empezar de nuevo y hacerlo mejor.
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