Terremoto ha sido una de las palabras más sonadas de los últimos días, tras el ocurrido el 19 de septiembre en México, que además ha sido seguido por centenares de réplicas en este lado del hemisferio.
Centroamérica no ha quedado exenta y Nicaragua tampoco: este domingo 24 de septiembre en el Pacífico nacional se reportó un sismo de 4.6 grados en la escala abierta de Richter, exactamente a unos 21 kilómetros al suroeste del balneario El Tránsito, Nagarote, departamento de León, según las autoridades.
Según el constante monitoreo de ese Instituto, se puede observar que han sido numerosos sismos en los últimos días y debido a que éstos continuarán ocurriendo –pues Centroamérica es altamente sísmica– lo mejor es siempre estar preparados.
Aquí podés ver el mapa actualizado este 25 de septiembre por el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter):
¿Cómo, si no se puede predecir cuándo habrá un terremoto? Pues te cuento que además de las medidas de prevención y seguridad necesarias, debemos conocer cómo funcionan los seguros que cubren estas catástrofes, para que en caso de ocurrir, sepás cómo reponer tus bienes, incluyendo tu vivienda.
El auge de venta de viviendas nuevas en los últimos años ha empujado a estos seguros, pues al estar en garantía bancaria, las casas deben estar cubiertas ante incendios o catástrofes. Según pude extraer de las cifras oficiales que publica la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif, regulador de las aseguradoras), así han crecido las pólizas de viviendas:
1. Una vez ocurrida la catástrofe, tu prioridad debe ser la vida. No es como el caso de los seguros de vehículos “full cover”, en el que debés garantizar el resguardo del bien. En el caso de la casa, debés olvidarte de qué daños sufre durante el sismo, está cubierta.
2. Reportar lo antes posible los daños a la aseguradora. Generalmente el plazo que dan es de 72 horas (verificá tu póliza), y aunque en casos de catástrofes mayores en los que las telecomunicaciones se interrumpen y se haría muy difícil hacer llegar la notificación, se debe hacer el esfuerzo. Ojo: es importante siempre tener a mano el número de póliza (o aprendértelo), para hacer más expedito el trámite, según recomienda la asesora de seguros, Marelyn Guevara.
Obviamente, si los daños son de la magnitud como lo que hemos visto en México, las aseguradoras poseen planes de contingencias que ayudarán a indemnizar los daños y procederá a desembolsar la suma asegurada, a la cual se debe restar el 2% de deducible que aplica para riesgos catastróficos.
Tomá en cuenta que con mucha frecuencia las viviendas adquiridas mediante créditos hipotecarios están infra-aseguradas, es por ello que debés revisar tu póliza y actualizarla (y por ende pagar lo adicional que corresponda) para que en caso de una eventualidad, te cubra lo debido.
¿Qué pasa si no lo hacés así? Corrés el riesgo de quedarte sin casa y encima, con una deuda en el banco. Si, por ejemplo, tu casa estaba valorada en US$25,000 cuando la adquiriste, pero la póliza de seguro sólo cubre US$18,000, al restar el deducible la aseguradora pagaría US$17,640. Si hasta esa fecha aún debías al banco US$19,000, te quedarías sin el bien y con un saldo de US$1,360. ¿Ves la importancia de revisar el seguro?
En el caso de que hayás hecho mejoras y éstas no estén cubiertas por la póliza (ampliaciones, muros perimetrales, muros de contención, etc), solicitá un nuevo avalúo para que se pueda determinar el valor real de tu vivienda (varias aseguradoras lo hacen sin costo) y tener todo cubierto ante una catástrofe, sea ésta un temblor fuerte, un terremoto o una inundación.
Si la pérdida no fuera total, sino que hubiese una pared parcialmente dañada, el reclamo de pago se haría sobre la base de cotizaciones de reconstrucción o reparación.
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3. Reclamar el pago.Esto será a tu favor, o del banco. Si la casa está en garantía del crédito, hay de por medio una cesión de derechos que ordena pagar el seguro al banco. Es importante que esa cesión se actualice cada año, con el nuevo saldo adeudado (especialmente si has hecho abonos extraordinarios), pues en caso de haber una catástrofe, si la póliza es de US$20,000 y si la cesión dice que se debe al banco UC$18,000, la aseguradora se los dará, aunque quizás el saldo real sean US$15,000. Te tocaría a vos hacer el trámite con el banco para que te regrese los US$3,000 de diferencia.
La asesora de seguros Marelyn Guevara recuerda que estos seguros de viviendas, conocidas generalmente como “Incendio Hogar”, sólo cubren la estructura de la vivienda, no tus enseres. Es por ello que también debés considerar tener tus bienes asegurados, tanto los del hogar (televisor, muebles, electrodomésticos), como los equipos móviles (tablets, laptops, cámaras, celulares). Si querés conocer más sobre estos seguros, podés dar clic aquí.
Recordá que los seguros no son tan caros como creemos y que tener nuestros bienes cubiertos podría costarnos menos que esos pequeños gastos del día a día (el café, la gaseosa, el jugo, el postre y muchos otros etcéteras). Y siempre, siempre, será mejor contar con una póliza que no sea necesario utilizar, que necesitarla y no tenerla.
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