Cuando se emprende un negocio éste se convierte en la prioridad. Cubrir los costos, pagar la planilla, honrar los compromisos financieros, pero… ¿sabías que para que la empresa esté “sana” el emprendedor o emprendedora no puede descuidar sus finanzas personales?
Tomando en cuenta que el día a día muchas veces provoca que los dueños de empresas descuiden u olviden por completo el manejo de sus finanzas, quiero compartirte cinco consejos elementales en este sentido:
1. Separar las finanzas. Tus finanzas y las de la empresa no son lo mismo y es importante que comprendás esto lo antes posible o te puede empujar a un desequilibrio del que luego será difícil salir. La persona que emprende debe verse a sí misma como un trabajador más de la empresa y tratarse financieramente igual que al resto, es decir, ajustarse con la paga que recibe y no ver a la empresa como su “caja chica” (o grande).
2. Definirse un salario. Esto es elemental para cumplir la recomendación anterior. La mayoría de veces que converso sobre este tema con emprendedores la mayoría reconoce no tener un salario ni prestaciones sociales. A la hora de definir la estructura de costos el emprendedor debe incluirse.
Ojo con esto: el salario a definirse debe estar acorde al mercado y empresas similares. Si el negocio es incipiente, podés empezar fijándote el salario mínimo acorde al sector en que se desempeñe la empresa.
3. Ahorrar el aguinaldo. Si gran cantidad de emprendedores ni siquiera se paga un salario, ¿qué puede esperarse del pago del aguinaldo? No siempre se da la importancia debida a esto, lo que en diciembre puede convertirse en endeudamiento (por los gastos propios de la temporada). Entonces, ¿por qué no empezar a ahorrar desde ya tu decimotercer mes? Podés dividir el monto a pagarte entre la cantidad de meses que faltan y que así sea menos difícil.
4. Revisar sus finanzas y las de sus trabajadores. Para tener unas finanzas personales saludables hay que autoexaminarse: ¿presupuestás tus gastos?, ¿estás ahorrando de forma planificada y constante?, ¿las deudas están bajo control?, ¿gastás lo estrictamente necesario o hay excesos? Estas preguntas hay que hacerlas también a los colaboradores, o tendrás personal con menor productividad, con problemas de actitud y que hasta pueden provocar pérdidas a la empresa.
5. Más seguros. Aunque muchas personas aún lo ven como un gasto innecesario, lo cierto es que los seguros nos permiten estar mejor preparados ante eventualidades. A la hora de hacer tu presupuesto anual debés incluirlos y plantearte el objetivo de proteger también a los colaboradores, lo que además evitará que sea la empresa la que deba costear ciertos gastos que podrían cubrirse con seguros (robos o incendios, por ejemplo). Es necesario pensar en un seguro de vida y también resguardar los equipos e infraestructura donde esté el negocio.
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Buenos dias. Es prudente emprender un negocio (iniciarlo) con un financiamiento (credito)?
Todo depende del negocio, del monto del financiamiento y, sobre todo: del retorno de la inversión que dará ese negocio. Las ganancias deben ser notablemente mayores al costo del crédito para que sea rentable.