En el proceso de ir moldeando nuestra independencia financiera, incluso antes de comprar un vehículo o una casa, empezamos a adquirir ciertos bienes, pero ¿qué tomar en cuenta antes de comprar electrodomésticos?, ¿cuáles son los electrodomésticos básicos?, ¿cuáles evitar?
Mediante una encuesta en Twitter (aquí podés seguirme) consulté cuál fue el primer electrodoméstico que compraron y el aparato que lideró las respuestas fue el televisor, seguido por la refrigeradora.
Recuerdo que el primer electrodoméstico que compré fue una refrigeradora, allá por 2007, año en que me independicé a los 19 años. Lo hice con crédito (ya estaba trabajando en ese entonces) porque hasta ese momento era el proceso “normal”, el que había aprendido, pero años después, tras comprar muchos electrodomésticos más -la gran mayoría de contado- y luego de todo lo que he aprendido de educación financiera, te quiero compartir una serie de recomendaciones para que no perdás dinero en el proceso.
En el mercado hay amplia variedad de precios, según marcas, tamaño y especificaciones, lo cual podría hacerte salir de presupuesto. Te recomiendo que antes de decidir cuál aparato elegirás, hacé un sondeo en sitios web de tiendas, redes sociales, hace visitas e identificá el rango de precios que se ajuste a tus necesidades pero que sea realista para tu bolsillo.
Este paso es importante para determinar si necesitarás crédito o si podrás costear el producto de tu bolsillo en un 100%
Cada función extra o característica estética, tiene un precio. Por ello, es necesario que antes de elegir un electrodoméstico tengás claro para qué lo vas a necesitar exactamente y cuál es el espacio con el que contás para éste.
Parece una obviedad, pero te sorprendería saber lo frecuente que es que las personas compren aparatos sin tener las medidas del espacio, según me comentó personal de una empresa de remodelaciones.
Entonces, si cocinás poco o cosas muy básicas, ¿para qué una cocina de 6 quemadores y horno extragrande, o en una refrigeradora enorme de dos puertas?; o si pasás poco tiempo en casa o no te da chance de usar mucho el televisor, para qué gastar en una pantalla curva de 50 pulgadas?
Respecto al espacio, te recomiendo que antes de comprar electrodomésticos decidás dónde lo ubicarás y tomés medidas, para comprar algo que se ajuste. Y, en caso que alquilés casa o apartamento, tratá de tener electrodomésticos compactos, lo que te facilitará su traslado y te evitará gastos extra durante las mudanzas.
Recordá que las circunstancias cambian y el hecho que actualmente podás rentar un espacio grande, no significa que siempre será así y cuando tenemos muchos muebles y electrodomésticos, o estos son muy grandes, nos exigen espacios grandes (y más costosos).
Esto es clave en Nicaragua, donde la tarifa de energía no es única, sino que incrementa conforme el consumo es mayor, por ello es necesario que antes de comprar un nuevo aparato (el que sea, incluso los más pequeños), revisés qué tan eficiente es en el consumo de energía y comprobés su viabilidad con factura en mano.
¿Cómo? Solamente debés buscar la etiqueta energética en la caja o directamente en el aparato, estimar cuántas horas en el mes lo usarás y con ayuda de nuestra herramienta de consumo energético conocerás con precisión cuántos kilowatts-hora añadirá a tu factura.
No te confiés del hecho que el aparato diga que es “ahorrativo”, ¡comprobalo!
La facilidad con la que nos ofrecen este tipo de productos al crédito (hasta ofrecen combos de varios productos a cambio de una cuota pequeña), puede resultar tentador, pero debés tener presente que este tipo de financiamientos cuestan entre 70 y 100% de interés al año, por lo tanto, debés valorar a conciencia si estás dispuesta/o a pagar esa cantidad.
Es por estos altísimos intereses que por un televisor con precio de contado de C$28,000, terminás pagando C$58,400 a un plazo de 24 meses
En caso de que no tengás la posibilidad de comprar un electrodoméstico de contado, procurá dar un porcentaje del valor del mismo, aunque no te exijan prima. Mientras más podás dar, menor será el financiamiento, lo que reducirá los intereses totales a pagar.
Asimismo, debés saber que los créditos de este tipo no penalizan el pago anticipado o abonos al capital, por lo tanto, si ya adquiriste electrodomésticos al crédito pero no querés pagar tanto dinero en intereses, podrías hacer pagos al capital adicionales a tu cuota regular. Aquí te explico cómo funcionan.
Para saber cuánto podrías abonar para reducir los intereses totales, te recomendamos que aprovechés nuestra plantilla, acá abajo podés descargarla:
Otra alternativa es usar pagos en cuotas con 0% interés, pero para ello necesitás una tarjeta de crédito con límite suficiente para cubrir esa compra. Aquí te explico cómo funciona este tipo de crédito.
Con frecuencia escucho que comprar electrodomésticos en el mercado es mejor por el precio, pero también he conocido de problemas para hacer valer la garantía en los mercados, por ello, para que decidás dónde comprar, además de fijarte en precio, tomés en cuenta:
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Las extra-garantías se han popularizado, pero… ¿realmente son necesarias? Las garantías regulares de los electrodomésticos cubren ampliamente cualquier vicios ocultos, mal funcionamiento o defecto propio del aparato o del manejo que se pueda atribuir al proveedor del mismo. Obviamente, si se te cayó o mojó el aparato, no aplica la garantía, pues el problema fue de manejo del usuario.
La Ley 842 manda que las personas o empresas que te hayan vendido el aparato tienen la obligación de prestar los servicios de reparación en el marco de la garantía, sin costo adicional, en un plazo máximo de treinta días calendario. En caso de que se requiera importar repuestos o partes del aparato, dicho plazo se ampliará, debiendo informar al consumidor.
Por lo tanto, para tomar la decisión de pagar o no una garantía adicional, debés analizar las coberturas de la garantía que tiene el producto por defecto, pues también ese tipo de garantías excluyen daños por mal manejo del usuario.
“Los bienes con garantía vigente que no funcionen de forma idónea por causas imputables a la persona proveedora o por defecto del producto, deberán ser reparados. En caso de no ser esto posible, la persona proveedora procederá a la reposición del bien por otro de iguales características o la devolución de las sumas pagadas”. Art. 45, Ley 842.
Hay ciertos electrodomésticos que se popularizan en redes sociales y te “despiertan” la necesidad de adquirirlos, pero no significa que VOS realmente los necesités.
Un ejemplo reciente son las “freidoras” de aire, que se convirtieron en la “nueva necesidad” de los hogares que querían comer saludable, pero… ¡hacen exactamente lo mismo que un horno! Entonces, antes de decidir si comprar o no un aparato, analizá si realmente lo necesitás en tu día a día o si solo te estás influenciando por la publicidad y redes sociales.
Y, por último, antes de dar el paso, informate con ayuda de internet sobre la experiencia de otros usuarios con ese producto (modelo y marca específicos). Ahí muchas veces salen a relucir ciertos aspectos que no podrás ver en la tienda, tales como el ruido del aparato, su vida útil, los desperfectos más frecuentes, aspectos de mantenimiento o limpieza.
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Excelente información. Muchas gracias por ser tan oportuna usted siempre.
Hola Henry
Gracias por leer nuestro contenido.
Saludos