¿Cómo decirle NO a los niños?

Decirle que no al niño tiene que ver mucho con las edades, hasta donde o hasta qué punto aceptan un “NO” como respuesta, “no es igual a que él te pida cosas que sean fáciles de adquirir (un banano o un dulce), a que te pidan ya algo más costoso (un juguete hasta un teléfono).

La psicóloga Ligia Romero, especializada en niños, explica que los padres deben enseñarles a los pequeños que para obtener algo debés tener dinero para comprarlo, “desde los 3 años que el niño ya va a la venta con el tutor empieza a darse cuenta que para obtener un producto necesita pagar cierta cantidad de dinero”.

Lo mejor que pueden hacer los padres es explicarle con palabras sencillas y claras que se compra lo necesario y que no hay dinero para más.

¿La tecnología influye? 

Conforme se van desarrollando sus exigencias van creciendo, y eso también dependerá de los aspectos más sofisticados que el pequeño tenga a su alcance, un ejemplo claro son los programas de televisión. 

Los niños que tienen televisión por cable tienen acceso a otro tipo de información y por ende tienden a pedir cosas un poco más costosas e independientemente de su condición socioeconómica él siempre va a demandar más y más, por ejemplo, le prestas el celular una hora, después ya lo quiere por más tiempo y así va, aumenta cada vez más su potencial de demanda.

“Lo que tiene que hacer el padre o tutor es permitirle al niño hasta dónde puede llegar su tiempo, su bolsillo o su recurso”, reafirma Romero. 

Limitaciones

Ahora se preguntarán ¿qué hago cuándo mi hijo me arma pataletas por algo que quiere?, la especialista recomienda que en primer lugar no hay que crearle falsas expectativas al niño, (mañana te voy a comprar el juguete), si es así, al niño no se le saldrá esa idea de la cabeza y seguirá insistiendo.

Hay que hablarle con la verdad, “solo tengo 50 córdobas, y solo me alcanza para este juguete, ese que querés es muy caro”, y si no quiere el que le ofrecen pues no se le compra.

Al niño se le tiene que poner normativas. Él va entender cuando el adulto le dice “ya no más”, si el niño dice quiero una pelota, unos patines y un video juego, el padre debe decirle “No, lo que te puedo dar es una cosa, elegí cuál”. 

El capricho del niño es porque él no tiene conciencia total del gasto que representa lo que él está deseando. 


Si el niño llora por algo el padre no tiene por qué sentir vergüenza, el niño no quiere hacer pasar vergüenza a sus padres lo que está queriendo es el juguete, y su manera de demostrar su descontento es llorando. 

Manera para hablarle a los niños

A un niño se le debe hablar con voz dulce, “Mi amor eso no se hace”, “Eso es malo”. Si presenta una “pataleta” hay que distraerlo y de esa forma cambiarle el estímulo, haciendo que se le olvide lo que está pidiendo. 

Desde muy chiquito se le tiene que explicar al niño, cada cosa, lo bueno y lo malo “qué es, cómo se hace, para qué es.

Desde pequeños entienden muy bien el concepto “guardar”, un niño de 6 años para arriba está en muy buena edad para ahorrar. Es en ese momento donde entra en juego el papel de los padres ya que ellos para poder enseñarle este tipo de cosas al niño deben tenerlo instaurado en su modelo de cultura. “Yo no le puede decir a mi hijo ahorrá si yo no lo hago”, recalca la especialista.

“Hay que enseñarle a ahorrar desde los recibos que llegan a la casa. Qué hacer para bajar el consume de luz. Siempre el cuándo el niño no esté en riesgo (conexiones en mal estado).

En el niño hay que establecerle un régimen de vida, con horarios para todo (Bañarse, comer, recrearse, hacer tareas), lo que permitirá normar su conducta o potencial.

Metas

Una forma de incentivar la mente del niño es ponerle metas. Primero se hace con el propósito de comprar un juguete y después se le vuelve una cultura. Con los niños hay que tener, mucha tolerancia, paciencia y comunicación. “Se les debe hablar sobre lo que tiene o no tienen y lo que en realidad necesitan”.

Los niños tienden a pedir más de una cosa, es cuando los padres deben aprender a decirles “Solo uno, no hay más”, y que el pequeño lo repita, recordando que sobre la base de la repetición se produce el aprendizaje. 

Hay que comprarles cosas que le ayuden a ser más creativo, como pintar, meterlo o involucrarlo en cosas que le permitan crecer y desarrollarse, con esto el pequeño crecerá como una persona ordenada y disciplinada que entenderá cuando la mamá le diga “no te lo podemos comprar ahora… tenemos que ahorrar… a la vez desarrollar una personalidad armónica en concordancia con lo que tiene y su influencia educativa. 

“No es complaciendo los gustos del niño como se les demuestra el amor. El amor se demuestra dándoles lo que ellos necesitan que es amor, cariño, afecto, comprensión… “

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Existen diversas formas de premiar a un niño, así como de sancionarlo con cositas que le guste por algo que no cumplió. 

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