Las lecciones que he aprendido con la maternidad

Aunque parezca broma –y a veces lo diga en ese tono– la vida de los seres humanos tiene un AH (antes de los hijos) y un DH (después de los hijos). Quienes ya lo hemos vivido sabemos muy bien que nada vuelve a ser igual una vez das el paso: ni a nivel individual, ni laboral o profesional, ni siquiera con tu pareja o el orden (y limpieza) de tu hogar.

Sé que estás esperando que en este artículo te hable principalmente sobre la parte financiera de la maternidad, pero quiero aprovechar que todos los ámbitos de nuestra vida se relacionan de una u otra manera con el dinero para abarcar gran parte de las lecciones que he aprendido al ser madre y hablar sobre temas que muy poco (o nada) se abordan, ya sea por temor a ser mal vistas, por temor a los prejuicios o rechazos, pero –como esas cosas nunca me han detenido ?, aquí vamos:

✔ Idealización y doble moral. El ser madres no nos hace mejores mujeres que las que deciden no hacerlo o no pueden. En el caso que hayás tomado la decisión, ¡excelente! Pero debés saber que la maternidad es algo que socialmente se ha idealizado, por lo que se omite con frecuencia la parte “no tan linda”.

Hablemos claro: parte de ese “DH” se vive en el plano laboral. Cuando tenés hijos las mujeres somos vista como un obstáculo más que una solución. Somos discriminadas. Y, aunque en lo personal no puedo decir que lo haya sufrido, sí sé de numerosos casos donde es evidente la discriminación laboral por el hecho de ser madres y hay estudios serios que han dejado en evidencia lo que te estoy diciendo.

Recientemente una lectora nos compartió este sorprendente testimonio:

Soy cocinera(chef) de profesión, y puedo decirte q el mundo de la cocina para una mujer es demasiado machista (…)

Casi todos los restaurantes y hoteles que conozco no brindan la seguridad a la embarazada, es decir, por ley en Nicaragua se le debería de mover a un área donde no se vea tan afectada su salud, por lo caliente de la cocina, o incluso los horarios porque como cocinera nunca supe lo que es un horario de oficina, los turnos son de 12 o 14 horas sí o sí.

Cuando comunicás a tus jefes tu embarazo los comentarios comunes son: ‘por eso prefiero contratar cocineros porque ellos no se embarazan’, ‘ojalá no te den los achaques fuertes’, ‘ojalá no se te complique para que no estés faltando’, etc, etc.

(…) Ahora imaginate cuando querés volver a tu empleo, si lográs hallar quien te cuide a tu bebé, perfecto, pero si toca ir al médico y cosas así, ya tus jefes te ven mal, y q hacen te dejan trabajar dos meses o tres para disimular, pero luego te despiden por X o Y razón. Pero ya sabemos cuál es, en cocina no podés estar faltando”.

Entonces, mientras en el plano laboral se vive esto, la sociedad públicamente se idealiza y alaba a las madres, se desborda en su día, el comercio se dinamiza por su festejo… Pero en la vida real la actuación es otra. Por ello hablo de doble moral.

¿Qué lección he extraído de esto? Como “en guerra avisada no muere soldado”, este es un tema del que he aprendido a hablar aunque a muchas personas no les guste, para que las mujeres tomemos nuestras precauciones (económicas y emocionales, sobre todo) si nos tocara enfrentar una situación así.

Leé también: En Nicaragua las mujeres con hijos tenemos menos empleo y… ¡menos salario!


Y por ello, cada vez que tengo oportunidad de abordar el tema públicamente, reitero la necesidad de que tanto sector público como privado brinden soluciones reales para que las mujeres con hijos puedan incorporarse al mercado laboral sin problemas, tales como: más Centros de Cuidado Infantil y con horarios acordes a la carga laboral de las mujeres, guarderías privadas asequibles, promoción a lo interno de las empresas de la responsabilidad compartida en el cuido de los hijos (¿por qué los hombres no acostumbran pedir permiso en el trabajo para llevar a consulta médica a sus hijos?, por ejemplo).

✔ Priorizar gastos. Desde aquel día en que supe que tenía cinco semanas de embarazo automáticamente mi “chip” de priorización de gastos se optimizó. Y –aunque en general ya me consideraba ordenada con mis finanzas– desde que supe que estaba embarazada mágicamente me “sobraba” más dinero al final de cada quincena. ¿Cómo? Con el simple hecho de priorizar gastos, pues me estaba preparando para todos aquellos gastos que conlleva la llegada de un nuevo ser. Esto me enseñó que mentalmente siempre nos decimos que “ya no se puede recortar más”, pero realmente sí se puede, con el simple hecho de tomar mejores decisiones en tu día a día.

✔ Hacé uso de lo que ya tenés. Algo de lo que nunca voy a arrepentirme es de haber hecho uso de los servicios INSS para atender mi embarazo y parto. La lógica es sencilla: si cada mes ya destinás el 2.25% de tus ingresos mensuales para atención de enfermedades/maternidad (del 7% que das al INSS), ¡aprovechalo! Los gastos en servicios fuera del Seguro Social fueron mínimos y voluntarios de mi parte (ultrasonidos, principalmente)

Sé que hay muchas personas que no confían en la calidad de los servicios y atención de la seguridad social, pero en mi caso –con honestidad– no me fue bien, sino excelente. Puede influir el hospital donde estés afialiado/a, pero vos podés cambiarte cuando lo considerés mejor, según recomendaciones de personas en las que confiés. Asimismo, reclamá cuando no estés satisfecho/a con el servicio.

✔ Siempre hay imprevistos. De por sí todas las personas estamos expuestas a riesgos todo el tiempo, cuando alguien más depende de vos te tomás más en serio esto. Por ello, en cuanto supe del embarazo, además de abrir otra cuenta de ahorros, opté por adquirir un seguro de vida, que posteriormente mejoré. Mi recomendación es siempre prepararnos para la posibilidad que ocurra lo peor. Si sentís que tu bolsillo no da para un seguro muy grande, no te desanimés, pudieras empezar con un microseguro (he visto desde 20$ al año). En momentos de necesidad cualquier cantidad siempre va a ser mejor que cero.

Y respecto a los imprevistos, obviamente cuando tenés la responsabilidad de hijos debés tener sí o sí fondos para emergencias. No es opcional. Cuando tenés niños te das cuenta que las emergencias son más comunes de lo que pensabas.

✔ Compartir responsabilidades/ pedir ayuda. La sociedad erróneamente repite y repite que mientras más “luchona”, “sacrificada”, “entregada” es una madre, mejor. Y eso nos limita a la hora de compartir responsabilidades o pedir ayuda cuando sentimos que ya no podemos.

Y no hablo sólo sobre dinero, sino en general. Entonces, si nuestro bebé se enferma, debemos correr a pedir permiso al trabajo (y ya vimos más arriba cómo nos afecta esto), y siempre debemos ser nosotras que hagamos todo, porque si no, somos “malas madres”.

Sacate eso de la cabeza. No somos la Mujer Maravilla y eso NO ESTÁ MAL. Debemos aprender a delegar/compartir responsabilidades y pedir ayuda cuando lo necesitemos.

El Código del Trabajo no restringe a la mujer el derecho de llevar a consulta médica a sus dependientes, ¡no! Su padre también puede hacerlo. Y, si no llevás buena relación con él porque están separados, etcétera, pedí ayuda a personas cercanas. No tengás miedo, eso no te hace mejor o peor madre.

✔ No es competencia. Algo común que he visto es que cuando nos convertimos en madres sin querer terminamos en una competencia por demostrar quién es “mejor madre” y muchas veces eso se traslada hasta a lo económico. Si los hijos de la fulana estudian en tal colegio, si sus hijos tienen tales cosas y los míos no, si se van de vacaciones, si celebra su cumpleaños… ¡Alto! La maternidad no es competencia. Tu bolsillo también debe saberlo.

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✔ Si planificás, todo es posible. Y hablando de cumpleaños, bautizos y cualquier celebración: con la llegada de los hijos los cumpleaños tienden a adquirir otro significado. Y si no te controlás pudieras terminar endeudándote o gastándote los ahorros por un festejo. Lo bonito de la planificación financiera es que me ha enseñado que todo es posible si lo hacés de forma ordenada.

Cuando he celebrado el cumpleaños de mi hija es una decisión que se toma desde el año previo y me pongo metas de ahorro mensuales según lo que se quiera hacer. En 10-12 meses es más fácil y realizable que si lo decidís un mes antes. Asimismo, gran parte de las cosas (de decoración, sobre todo) las hacemos su padre y yo, en vez de gastar miles en un servicio para ese fin. Para gustos los colores y presupuestos. Eso depende de vos, pero recordá que lo que decidás no sea por influencia de lo que otros hicieron.

No te perdás: De esta forma la maternidad incide en tu emprendimiento

✔ El hecho que tengás, no quiere decir que debás. No hay que esperar épocas de crisis para tener claro esto. Muchas veces –sin darnos cuenta– le compramos cosas en exceso a nuestros hijos o los consentimos demasiado porque en nuestra cabeza prima aquella idea de “darles lo que yo no tuve”, pero el hecho que hoy tengás la capacidad económica no significa que debás gastar en exceso. Parte de la educación financiera a nuestros hijos es esa enseñanza en la forma de usar el dinero: prediquemos con el ejemplo.

✔ Darte espacio/tiempo/dinero para vos como madre. El cliché de madre sacrificada se nos ha metido tanto en la cabeza que nos sentimos realizadas si nosotras (es sólo un ejemplo) andamos con un zapato roto, pero nuestros hijos no. ¿Por qué debemos renunciar a nosotras mismas? No debe ser así. Esta es, probablemente, la lección que más me ha costado, pero las madres (y padres) también necesitamos de nuestro propio tiempo, espacio y dinero para mantenernos sanos emocionalmente y físicamente. Y no debemos sentirnos culpables por ello (sobre todo con el tiempo).

✔ Siempre seguir adelante. No importa qué tan caótica sea hoy tu vida en lo emocional o económico. Siempre podemos volver a iniciar y así ir hacia adelante. Ser madre es de constante aprendizaje, nunca lo sabremos todo (si no me creés preguntale a tu mamá) y eso no tiene por qué apenarnos. Este proceso incluye aprender a decir que no (a nuestros hijos o a los demás), a organizar cada vez mejor el tiempo (y si sentís que no lo lográs, no tirés la toalla).

En los cinco años que llevo como madre he aprendido muchísimas cosas (de dinero y de otras índoles), pero la más importante para mí es darte cuenta que tener hijos te enseña, por sobre todas las cosas, a ser mejor persona cada día. Me atrevería a decir que esa es la mayor y mejor lección. Y, aunque hoy sentimos que aún nos falta  mucho para ser la persona que queremos, debemos trabajarlo en el día a día, pues hay quienes aprenden con nuestro ejemplo.

8 Comment(s)

  1. Keyla
    28 mayo, 2019

    Excelente. Muchas gracias por tu apoyo Gisele. Me encantan tus consejos y post porque son super realistas a nosotros la mayoría de Nicaragüenses. Muchas veces se dan consejos y se hablan de cosas que realmente no aplica para la mayoría de nicas sino solo para los de alta sociedad sinceramente. Nosotros necesitamos poder identificarnos y saber que podemos hacer en situaciones que realmente vivimos como una atención al Inss por ejemplo para un caso de maternidad en vez que nos digan tenes estas opciones de tantos miles de dolares para la atención de un parto…?? Dios te bendiga

    1. Gisella Canales Ewest
      30 mayo, 2019

      Muchas gracias por tus palabras, Keyla. Desde un inicio la misión de Dele Peso a sus Pesos ha sido dar alternativas ajustadas a nuestra realidad, porque sabemos cómo es nuestra economía y nivel de ingresos. 🙂 Un abrazo

  2. Mayra
    29 mayo, 2019

    De acuerdo en todo, y hay algo que falto, y en lo que estoy en desacuerdo total, y es el hecho que algunos colegios piden dinero para » celebrar» el dia de la madre, terminas gastando mucho en tu propia celebracion.

    1. Gisella Canales Ewest
      30 mayo, 2019

      De acuerdo también. 🙂 Me alegra que te haya gustado.

  3. Joel
    21 mayo, 2021

    Ufff.. Buenisimo este post, Gisella. FELICIDADES. Mi esposa y yo tenemos 9 años de casados. Y este año estamos planeando tener nuestro primer bebé. Al leerte, me siento identificado precisamente con todo lo que has compartido. En cuanto a finanzas, solo yo trabajo y he estado ahorrando por un año ya para iniciar preparados con fondos. Mi esposa tiene mucho temor de usar el INSS o el hospital para el parto. Por si ella fuera, usaría una clínica privada, pero yo le he dicho que debemos de confiar en Dios y usar el INSS, porque en una clínica privada se nos irán la mitad de los ahorros solo en un parto. Gisella, tus comentarios son muuuuuy acertados. El nicaraguense se da unos «lujazos» simple y sencillamente porque otro también lo hizo. Pienso igual que tú, solo nosotros conocemos nuestra realidad financiera y social y debemos ajustarnos aterrizadamente a eso. Saludes Gisella, sos la mejor. 🙂

    1. ✅Yocasta- Dele Peso a sus Pesos
      31 mayo, 2021

      Hola Joel
      Gracias por estar al pendiente de nuestro contenido.

      Saludos

  4. Aura Dìaz
    14 junio, 2021

    Excelente post, me gusto mucho.

    1. ✅Yocasta- Dele Peso a sus Pesos
      15 junio, 2021

      Hola Aura
      Gracias por leer nuestro contenido.

      Saludos

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