Si bien es cierto una meta importante que se nos ha enseñado es reducir nuestro endeudamiento, son muchas las empresas o personas que en algún punto han tenido o tendrán que prestar dinero para poder adquirir ciertos equipos, vehículos, para compra de una casa o quizás para cumplir con compromisos de pago en un momento de bajo flujo de efectivo. ¿Cuáles son entonces los desafíos de esto?
Debemos comprender que obtener un crédito por sí mismo no es dañino. Estrictamente hablando en la sana teoría financiera, incorporar cierto nivel de deuda mejora la rentabilidad del inversionista (a esto se le llama apalancamiento financiero). Lo problemático realmente está cuando nuestro endeudamiento es excesivo y va más allá de nuestra capacidad. Precisamente entonces, el definir nuestra capacidad constituye una tarea primordial a fin de determinar el nivel sostenible para nuestro negocio.
La sostenibilidad de nuestra empresa puede ser impactada por un alto nivel de deuda de diferentes maneras. En primer lugar, un alto endeudamiento demandará mayores pagos de intereses, lo que reducirá las ganancias de nuestro negocio. En segundo lugar, al incrementar el nivel de deuda, la tasa de interés será más alta como resultado de una disminución en nuestra calificación al aumentar el riesgo para las instituciones financieras, por lo que también impactará la rentabilidad. Finalmente, si la empresa empieza a fallar en sus compromisos financieros esto es muy perjudicial, ya que pudiera causar hasta un cierre de operaciones.
Para medir nuestro endeudamiento podemos hacer uso de dos razones financieras fundamentales. La razón de endeudamiento se define como la proporción de nuestros activos (recordemos nuestros bienes: inventarios, bodegas, camiones, etc.) que es financiada con dinero de terceros (esto es lo que en Contabilidad se conoce como pasivos). Supongamos que los bienes que poseemos tienen un valor total de 10,000 dólares y que de ese total financiamos 6,000 dólares con un préstamo, nuestra razón de endeudamiento sería de 60 por ciento, (6,000/10,000). Un porcentaje mayor indica mayor endeudamiento y un valor cercano al 100 por ciento resultaría muy riesgoso y sería difícil que nos dieran un financiamiento adicional con ese nivel.
El segundo indicador es la razón de cobertura de intereses. Esta se define como el número de veces que nuestras ganancias pueden pagar el gasto de intereses de la cuota del préstamo. Pensemos en un momento en un negocio que tiene una ganancia operativa (esto es antes de pagar intereses e impuestos) de 2,000 dólares y debe pagar intereses por 1,000 dólares la cobertura de intereses sería de dos (2,000/1,000) lo que significa que con la ganancia que generamos en ese negocio podemos pagar dos veces los intereses del préstamo.
Este indicador es uno de los más utilizados para determinar la capacidad de pago de las empresas, ya que una mayor cobertura de intereses implica una mejor calificación de crédito, pero un valor menor que uno en este indicador reflejaría que no tenemos capacidad para pagar los intereses que debemos por el préstamo, lo que aumentaría nuestro riesgo y disminuiría nuestra calificación.
Si bien un excesivo nivel de deuda nos perjudica, administrar adecuadamente nuestro nivel de endeudamiento y potenciar nuestra cobertura de intereses puede ayudarnos a lograr mejores condiciones de financiamiento. Recuerda que para convertirte en un cliente AAA debes aprender a medir y gestionar tu nivel de endeudamiento, no olvides esto en tu próxima decisión de financiamiento.
*Profesional de las finanzas, consultor y profesor de maestrías.
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