¡No regalés tu aguinaldo!… ni lo que no tenés


Estamos en el mes más esperado por… ¡el comercio! Sí, diciembre es para la mayor parte de locales comerciales y de servicios el pico más alto de sus ventas en el año, pues los ingresos extra que trae este mes (aguinaldo, bonos, pago de vacaciones y hasta decimocuarto mes) provoca que muchas personas se desborden en compras y más compras.

¿Por qué compramos tanto en esta época? El principal motivo son los regalos. Sí, esas muestras de cariño que muchas veces terminamos dando hasta a las personas que apenas vemos en el transcurso del año, por el simple hecho de sentir el  compromiso de dar un regalo. “La Navidad es dar” y “la Navidad es compartir” son algunas de las repetitivas frases que escuchamos y leemos en esta temporada, pero… ¿quién dijo que dar y compartir son sinónimo de gastar en exceso?

Como sé que vos querés darle “peso a tus pesos” y estirar al máximo tu aguinaldo y evitar que se diluya en obsequios de Navidad, te traigo una serie de recomendaciones sobre cómo lograrlo:

1. Controlá tu dinero. Suena fácil, pero muy pocas personas hacen cotidianamente un presupuesto de gastos, pero en esta época es más importante que nunca. ¿Por qué? Los ingresos adicionales que percibimos este mes nos provocan una enorme alegría que puede convertirse en euforia consumista. Para evitar que esto te pase te recomiendo presupuestar cómo vas a administrar tu decimotercer mes.

En este presupuesto debés incluir todos los gastos, desde lo que vayas a usar en vos, hasta los regalos. Si hacés este presupuesto podrás establecer con “la cabeza fría” los límites para tus gastos, lo que te permitirá maximizar tu dinero.  Este paso a paso puede ser de mucha utilidad para  hacerlo correctamente:

– Hacer una lista general  de todas las compras y gastos que tenés previstos.
– Dividí esa lista en tres partes:
  • Las cosas que necesitamos (a nivel individual y familiar).
  • Las cosas que necesitamos pero que además son prioritarias. Podemos necesitar en el hogar una licuadora nueva, pero también reparar unas goteras, y ellas, si bien ambas son necesidades, una tiene mayor rango de prioridad que la otra. Aplicá este ejercicio de diferenciación entre todas tus compras y extraé las prioridades de tus necesidades.
  • Las cosas que deseamos comprar, aunque no sean necesarias y mucho menos prioritarias (pero las deseamos porque nos proporcionarán algún tipo de sensación de bienestar o placer).

– Contrastá tu lista dividida en las tres categorías con las posibilidades de tu billetera y a partir de ahí decidí qué en qué vas a gastar y qué deberá seguir esperando.

Recordá que la planificación evitará que aunque tus ojos se deslumbren con un “70% de descuento”, no vayás a comprar algo que no tenías previsto.

2. Hacer compras con tiempo. Si ya decidiste dar regalos, hacé una lista de ellos que incluya los montos máximos a gastar y apegate a eso que planifiqués.

Cuando tengás esa importante lista hacé esas compras con mucho tiempo de anticipación, no vayás a buscar tiendas en pleno 24 de diciembre pues la prisa te hará gastar irracionalmente. Lo más importante de hacer las compras de regalos con tiempo es que te da la oportunidad de comparar precios, lo que te dejará unos buenos córdobas de ahorro.

Por nada del mundo comprés a la primera. Tomate el tiempo de apuntar el precio (incluyendo impuestos) y cotizar el mismo producto en al menos un lugar más.


3. Buscar regalos alternativos. Lo importante de la Navidad es el valor sentimental, los momentos de ver a las familias y amigos unidos. Lo demás pasa a segundo plano. Te menciono esto porque muchas veces creemos que si regalamos el juguete más costoso, o la prenda de la marca más exclusiva, la persona a la que se lo demos se sentirá mejor, pero no necesariamente es así.  La mayoría de las veces el sólo hecho de recibir una muestra de cariño simbólica es suficiente, por eso te invito a pensar en regalos alternativos.

Un regalo hecho a mano, por ejemplo, será más valioso para tus seres queridos que cualquier lujoso artefacto.  Desde tarjetas, retrateras, bisutería, hasta algo para comer pueden ser muestras de afecto que harán feliz a quien lo reciba. En este artículo podés encontrar varias opciones creativas y de bajo costo para tus regalos.

Otra alternativa es buscar cosas sin usar que tengás guardadas. Quizás ese regalo que te dieron y no te quedó, o que era igual a otro que ya tenías. Es un buen momento de revisar qué regalos podés reciclar. Y si estás pensando en este momento: “¡qué pena regalar eso!”, no te sintás culpable por regalar otro regalo. Sentite culpable por tener cosas acumuladas sin usar, cuando otras personas las pueden estar necesitando.

Y, si te estás preguntando cómo sería una distribución equilibrada del aguinaldo en tiempos normales, aquí te dejo mi propuesta que hicimos para 2017:

Uso del aguinaldo

Y la que recomendamos para tiempos de crisis:


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