Como te expliqué en el artículo 5 razones por las cuales la energía es muy cara en Nicaragua, debido a múltiples factores en la generación, transmisión y distribución de la energía, pagamos una energía muy cara, llegando a ser de las tarifas más onerosas de la región centroamericana, como podés observar en la siguiente tabla comparativa.
Y este encarecimiento nos afecta doblemente, pues además de que a nivel residencial pagamos altas tarifas, el sector comercial (empresas) también tienen la tarifa más cara de la región, lo que a la larga se aplica a los precios de sus productos y servicios, los que consumimos nosotros. Es decir, los consumidores sufrimos doblemente por la alta tarifa.
¿Cómo podemos revertir esto? El estudio Mercado eléctrico en Nicaragua, diagnóstico y recomendaciones, agrupa múltiples recomendaciones según el proceso que sigue la energía desde que se produce hasta que hacés uso de ella en tu casa o trabajo (generación, transmisión y distribución), tanto para el corto como para el largo plazo.
Recomendaciones para el sector generación
En el corto plazo se pueden aplicar:
1. Aplicar procesos de licitación en la compra de energía eléctrica, en lugar de negociación directa. Para ello se tendría que reformar la Ley 272. Dichas licitaciones tendrían que ser supervisadas por el Ministerio de Energía y Minas (MEN) y el Instituto Nicaragüense de Energía (INE).
2. Regular nuevos contratos de compra de energía, que otorguen beneficios adecuados en dependencia de tipo de proyecto de generación. Esto debería incluir una reducción en los precios del pago fijo por potencia, así como la eliminación del mismo una vez el inversionista haya recuperado su capital invertido; también reducir los plazos de los contratos y la posibilidad de terminar los contratos en caso de que la generadora pase determinado tiempo sin producir energía (como es el caso de las plantas de Albanisa que pese a no estar generando energía por las sanciones por la Ley Global Magnitsky, siguen recibiendo pago).
3. Analizar la posibilidad de renegociar los contratos vigentes, acercándolos lo máximo posible a las recomendaciones del punto 2.
4. Revisar los incentivos actuales a la inversión en energía renovable, tales como beneficios fiscales.
En el largo plazo:
5. Reducir los niveles de reservas de energía, que se mantengan entre 30% y 40% por encima del consumo, y no niveles por encima del 80%, como es actualmente.
6. Crear una combinación óptima entre energía renovable y no renovable, para lo cual se requiere un análisis técnico serio de cada tipo de energía.
7. Mejorar el entorno de negocios del país para que el riesgo sea menor y atraiga a más inversionistas, de modo que los precios por generación de energía puedan ser más competitivos.
Recomendaciones para el sector transmisión
8. En el corto plazo se sugiere que el INE publique las revisiones y análisis contables y económicos que realiza sobre los números que proporciona la Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica (Enatrel) para justificar los aumentos de peaje (cobro por transmisión que encarece la tarifa).
9. En el largo plazo se recomienda renovar las líneas y equipo de transmisión desgastados y que han superado su vida útil, de modo que se reduzcan potenciales pérdidas de energía.
Recomendaciones para el sector distribución
Para el corto plazo:
10. Trabajar en los problemas de liquidez de la empresa distribuidora, en particular las pérdidas técnicas y no técnicas (relacionadas a problemas de eficiencia y/o desgaste en las redes físicas de distribución de energía). Aquí se tendría que actualizar el estudio de pérdidas en distribución y realizar esta medición periódicamente; implementar medidas de entendimiento comunitario para la mora y pérdidas por robo de energía; revisar la red de distribución para detectar las zonas con más pérdidas técnicas y reforzar la calidad de estas.
11. Realizar estudios completos e independientes que justifiquen la actualización del pliego tarifario, algo que a la vez debe ser asumido por el regulador y las distribuidoras.
12. Reducir los niveles permitidos para la interrupción en el suministro de energía, algo que por más de una década no se ha revisado.
Para el largo plazo:
13. Reducir gradualmente la contribución que realizamos los consumidores finales formales por concepto de pérdidas en distribución (14 puntos porcentuales en 2019), y como punto inicial se podría regresar a los 11 puntos porcentuales de 2018.
14. Reducir las pérdidas en distribución, principalmente por conexiones ilegales. En este aspecto se debe involucrar al sistema de justicia.
15. Aumentar los niveles de regulación que el INE aplica a las distribuidoras respecto al costo del alumbrado público.
En el documento Mercado eléctrico en Nicaragua, diagnóstico y recomendaciones, de FUNIDES, que podés consultar aquí hay más recomendaciones. Sin dudas, la aplicación de este conjunto de medidas impactaría de forma directa en nuestros bolsillos.