Esta es la realidad de las mujeres en el mercado laboral nicaragüense

Linda Rojas Briceño

Las mujeres están demostrando las capacidades de liderazgo que tienen día a día. En Nicaragua cada vez aumenta el número de emprendedoras entregando excelentes resultados y utilizando de forma eficiente sus recursos de trabajo. No cabe duda que el papel que juegan las mujeres en el mundo de los negocios, es de suma importancia.

El lidiar con cada uno de sus responsabilidades e intentar hacer las cosas bien en todos los ámbitos de nuestra vida es un reto que vivimos a diario. Hoy en día esa mujer que mirás liderando una empresa, no solo es una empresaria más, es también: mamá, esposa, ama de casa e hija.

La Fundación para el Desarrollo Económico y Social publicó en diciembre de 2019 el informe: Situación de las mujeres en el mercado laboral, en el que incluyeron una encuesta que realizó Dele Peso a sus Pesos en el mismo año.

La encuesta reflejó que el 88.2 % de las mujeres encuestadas está a cargo de las tareas del hogar, las cuales se habían incrementado en los últimos meses para un 39.1 % de estas mujeres. Esto refleja la doble jornada a la que se enfrentan las mujeres que participan en el mercado laboral.

Las mujeres encuestadas además de implementar estrategias para adaptar los negocios o los gastos en sus hogares están llevando a cabo estrategias para lidiar con la situación a nivel emocional. La sobrecarga laboral y la reducción de ingresos incide en que las mujeres hoy en día tengan distintos padecimientos.

Los resultados arrojaron que un 74.5 por ciento de las mujeres ha sufrido de estrés, seguido de trastornos de sueño y ataques de ansiedad. Además, han experimentado estados de depresión y agravamiento de condiciones de salud. En el siguiente gráfico se detalla el porcentaje de los padecimientos:

Tareas del hogar limita a las mujeres laboralmente

A pesar de que más mujeres están participando en el mercado laboral en relación con 2012, sus niveles de “inactividad” laboral duplican los niveles de inactividad registrados para los hombres.

En el caso del comportamiento de la inactividad de las mujeres por área de residencia, se encuentra que es mayor en el área rural, donde se han registrado históricamente los menores niveles de participación laboral de las mujeres.

Según datos del INIDE hasta el 2014, el panorama de la mujer es diferente al de los hombres en lo que respecta a las razones de inactividad. El porcentaje de mujeres en edad de trabajar que se encuentran inactivas por estar estudiando o por estar jubiladas o incapacitadas era aproximadamente de 20%, mientras que las mujeres “inactivas” a cargo de trabajo reproductivo (donde se agrupan obligaciones del hogar y embarazo o cuido infantil) representaron el 63.1 % en ese mismo año.

Respecto a las tareas del hogar, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en su informe sobre el Índice de Desarrollo Humano (IDH), encuentra que las mujeres pueden llegar a realizar trabajos no remunerados tres veces más que los hombres.

En el mismo sentido, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sugiere que, en América Latina, el 80.0 por ciento de las tareas del hogar son ejecutadas por mujeres y que a su vez esto representa una importante barrera para insertarse en el mercado laboral.

Mujeres se refugian en el empleo informal

De acuerdo con las cifras mencionadas en el informa en Nicaragua prevalece una tasa de ocupación cercana al 94%. Sin embargo, es importante analizar la calidad del empleo al que están accediendo las y los nicaragüenses.

Investigaciones previas han señalado que las mujeres se insertaban más en el subempleo porque son ocupaciones más “flexibles”, aunque muchas veces informales, a fin de combinar el trabajo remunerado con tareas del hogar y el cuidado de menores y adultos mayores.

Asimismo, la OIT mencionó que las mujeres suelen acceder a flexibilidad sacrificando mejores condiciones laborales y poder de negociación.

Menos mujeres aseguradas

En 2018 las mujeres aseguradas en el INSS registraron una reducción de 17.7%, esto equivale a casi 71 mil mujeres que salieron de un trabajo formal. Y las actividades en que se registró la mayor reducción en el número de mujeres aseguradas fueron: comercio (-38.8%), hoteles y restaurantes (-36.7%) y servicios (-31.5).

Hasta el cierre del 2019, último dato publicado por el INSS, 82,735 mujeres habían salido del seguro respecto a 2017.

Basándonos en el mismo informe, los hombres continúan representando la mayor cantidad y proporción de personas inscritas en el INSS.

La proporción de mujeres empleadoras se mantuvo constante entre 2012 y 2018, y en ese último año aumentó en proporción las mujeres trabajadoras por cuenta propia en 2 puntos porcentuales, en comparación al mismo periodo de 2017.

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Por otro lado la cantidad de mujeres asalariadas es menor en el área rural en comparación con la cantidad de mujeres asalariadas en el área urbana. Mientras que la proporción de trabajadoras no remuneradas es mayor en el área rural que en el área urbana.

El trabajo por cuenta propia es mayor entre las mujeres y se considera vulnerable porque en esta categoría de empleo la probabilidad de que la persona tenga los mismos beneficios que podría tener en un trabajo asalariado es menor, por tanto, enfrenta más riesgo de no estar inscrito en la seguridad social y no beneficiarse de pensiones en el futuro.

Actualmente, un importante porcentaje de las mujeres ocupadas a nivel nacional participan en actividades como: comercio, turismo y servicios; que han sido afectadas con mayor fuerza por la crisis. Esto ha influido negativamente en el empleo e ingresos de miles de mujeres que trabajan en dichas industrias.

Las actividades económicas donde más participan las mujeres están dentro de las más afectadas por la crisis al presentar una reducción de 11.4 % y 20.2 %. Por otra parte, las mujeres que se incorporan al mercado de trabajo tienden a trabajar en sectores sociales como: la educación— donde se registran los salarios más bajos.

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