Estos «inofensivos» gastos te impiden ahorrar

Linda Rojas Briceño

Gastamos todo el tiempo, todos los días, pero… ¿cuántos de esos gastos son realmente esenciales en nuestra vida?

“Querer es poder”. Lograr la salud de las finanzas personales es una labor diaria que debemos recordar siempre (y no solo el día de pago). Pero esto no significa que tenemos que reducir, reducir y reducir gastos, pasando del todo a nada. No. Es un proceso que inicia por identificar y organizar tus gastos fijos y variables, sean mensuales o quincenales, partiendo de:

  • Gastos con mayor frecuencia.
  • La categoría en que más gastás.
  • Gastos innecesarios.

En este artículo nos vamos a centrar en el tercer punto: los gastos innecesarios. Vamos a tomar de ejemplos aquellas cosas que consideramos necesarias pero que quizás estamos gastando de más en ellas.

Suscripciones. Durante los últimos años se han puesto de moda las plataformas de streaming como Netflix, Disney Plus, Amazon Prime, entre otras e incluso suscripciones para escuchar música. Y, OJO: no decimos que esté mal contar con este tipo de suscripciones, cuya mensualidad puede oscilar entre los 6 y 20 dólares (según el tipo de plan contratado). Pero analicemos: ¿qué tanto uso les das? ¿lo estas aprovechando realmente? ¿con ese gasto podés cubrir otras prioridades?

Cuando vemos montos como 6 dólares, o 20, no nos asombra y lo vemos al alcance de nuestras finanzas. Pero si hacés la relación del gasto anual podrás identificar un gasto que es una fuga anual, que podría reducirse si compartís esos planes con otras personas.

A eso tenés que añadirle el gasto del servicio del cable e internet de la casa, que como promedio puede rondar los U$35 al mes. Aquí conviene siempre cuestionarnos sobre la viabilidad de prescindir o no de ellos, en relación al costo- beneficio, o bien buscar alternativas de planes que aglutinen todos los servicios.

Regalos costosos. No acostumbramos planificar el regalo que le vamos a dar a nuestros seres queridos; cuando nos acordamos del cumpleaños salimos corriendo a comprar en la tienda más cerca y lo primero que encontramos (porque no tenemos tiempo para ir a buscar a otros lugares). Tu obsequio no debe definirse por lo caro del producto sino por la utilidad que el festejado pueda darle, es decir qué necesita y qué podés darle.

Enterate aquí de más: Compras al por mayor: ¿realmente es un ahorro?

Lo mejor es que planifiqués en tu agenda las fechas especiales y del presupuesto que tenés para tus actividades de ocio, saqués lo que vas a usar sin gastar de más.

Además, podés aprovechar los cupones de descuentos de algunos comercios o los beneficios con las tarjetas de crédito o débito, como los puntos, etc. En este artículo te explicamos cómo sacar provecho a los cupones.

Comprar al crédito. No te enjaranés o pagués de más por un producto o servicio solo por estar a la moda. Eso te conduce por el pedregoso camino de las deudas, donde vas a terminar pagando el doble o el tripe del precio real. Por eso te recomiendo planear tus compras, ahorrar para ellas y  comprar de contado, así te ahorrás la cantidad de intereses.

Recordá que el crédito debemos usarlo para hacer crecer nuestro patrimonio, no para hacerlo más pequeño. Aquí te comparto cómo diferenciar deudas buenas de las malas.

Intereses en tarjetas de crédito. Hay que ser muy cuidadosos con el uso de tarjetas de crédito, ya que, a como lo explico en este artículo, pueden ser tus aliadas pero también tus enemigas si no sabés usarlas adecuadamente.

Al no olvidar tus fechas de corte y de pago vas a mantener buen récord crediticio, al mismo tiempo le das peso a tus pesos porque evitás que te coman los intereses. Si creés que la  memoria te puede fallar, apuntá en tu celular, agenda o en un papelito que mantengás en la billetera, estas elementales fechas. Cuándo, dónde y cómo utilizar tus tarjetas de créditos son decisiones que se deben tomar de forma inteligente.

Internet. Conocemos casos en los que aparte de tener internet en casa y en el trabajo, se recarga el celular para contar con paquetes de navegación en internet, y hemos observado que el gasto puede oscilar entre C$100 y C$150 por semana. ¡Estamos hablando que al mes se gastan entre C$400 y C$600!, los que muchas veces ni siquiera se consumen, convirtiéndose en una pérdida.

Hacete la siguiente pregunta: ¿Es necesario que ingrese esta recarga? Yo te recomiendo que hagás un estudio y de que tan importante es el internet en tu vida o si podés esperar mientras llegas a tu casa o buscá un plan que se acomode a tu presupuesto.

Salidas a comer y delivery. No siempre tenemos tiempo para cocinar, ya sea por el trabajo, asignaciones del curso o la universidad, levantadas tarde, entre otras razones, y para no atrasarnos preferimos comprar la comida ya preparada y usar ese lapso para avanzar en esas tareas. El agujero  del bolsillo es fácil identificarlo si sumamos todo lo que gastamos en cada tiempo de comida y lo multiplicamos por los días que nos damos ese “gustito”.  

Si la razón de este gasto es por cuestión de tiempo, lo mejor será programar una alarma una hora antes de lo normal para poder cumplir con el resto de obligaciones, de modo que tus pendientes y tu bolsillo no se vean afectados, o bien dejar listo el menú por las noches.

Advertisement

Leé aquí más: Fáciles y rápidas recetas de almuerzos para llevar al trabajo

Claro que está que esas saliditas de almuerzo se pueden planificar mejor y hacer un uso eficiente de nuestro presupuesto. Planificar se trata de contemplarlo en tu plan de gastos y ponerle un límite. Ejemplo: comprar comida fuera una o dos veces a la semana, en lugar de hacerlo diario.

Productos de marcas más caras. Hace unos días miré una imagen en redes sociales que decía: “¿Qué preferís… vestir un pantalón de U$80 y andar la billetera vacía, o vestir algo módico y andar dinero?” los comentarios eran interesantes, y hacían alusión a que “no es necesario gastar tanto en ropas de marca pudiendo comprar en las tiendas de ropa usada a precios módicos y en buen estado”. Al final, el no tener algún producto de marca no te hace menos que nadie.

Membresías. Muchas personas pagan membresías para todo el año, ya sea para tener acceso a comprar en tiendas o bien por descuentos en ciertos locales, pero no las usan constantemente y es allí donde está el problema: pagar por un servicio que no utilizás a menudo, por lo que se considera una pérdida de dinero.

Te sugiero que indagués si no hay otro tipo de membresía que puede cubrir lo mismo pero a un menor costo, o bien que verifiqués si en otros comercios no encontrás mejores precios sin necesidad de pagos extras.

Si te fijás bien, una palabra constante en este artículo (y casi siempre en temas de finanzas) es la planificación, no solo del dinero sino también del tiempo. Ambos marchan de la mano y es importante saber administrar ambos recursos para fortalecer nuestra estabilidad y orden.

Si sentís que ahorrar se te hace muy difícil porque el dinero no te alcanza, debés empezar por revisar los gastos innecesarios y de ellos elegí con cuáles te vas a quedar, cuáles vas a reducir y cuáles se convertirán en ahorro.

Write a comment