¿Quién dice que para ahorrar debés tener un salario o un trabajo fuera de casa? Hoy te compartimos la historia de una lectora de Dele Peso a sus Pesos que nos demuestra que si querés ahorrar, vas a lograrlo, sin importar cuánto sean tus ingresos o su frecuencia.
Martha Colindres se dedica a las labores de su hogar, estudia y apoya a realizar gestiones a su esposo; ella se motivó por el Club del Ahorro 2017 y se fijó como objetivo comprar unas sillas mecedoras para su hogar, lo que le hacía ir guardando en su alcancía todo lo que podía, sin minimizar ninguna cantidad. “No tenía cuota fija. Metía casi diario, aunque sea tres pesos (córdobas)”, comparte.
Su reto lo inició en enero pasado y al finalizar el año logró reunir C$8,802 y US$ 125. Esto lo logró a pesar que su único ingreso fijo son C$2,000 que gana por las gestiones con las que apoya a su esposo.
Según cuenta, con el dinero que acumuló se pagó su aguinaldo y optó por seguir ahorrando. Aquí comparte sus tips de ahorro para que también podás darle peso a tus pesos.
– Alimentos: “Seguí comprando los mismos productos, ajusté el gasto a lo que consumía semanal para evitar desperdicio. Apliqué lo mismo para productos perecederos, muchas veces se perdían en la refrigeradora. Dejé de comer chucherías y gaseosas, eso no parece relevante, pero te ahorras cerca de C$150 a la semana”.
– Los vueltos: “si mi presupuesto (para gastos) del día son C$100, guardaba el vuelto o los C$ 100 completos (si no los gastaba), aunque fuera uno, dos o tres córdobas; de los gastos de la casa guardaba el remanente”.
– Ahorrar energía eléctrica: “empecé a desconectar todo artefacto que no estaba usando, me di cuenta que los cargadores de celular hacen bastante consumo de energía muerta”. También explica que todas las noches deja desconectados los electrodomésticos, salvo la refrigeradora; incluso deja apagada todas las luces de su casa, de esa forma se ahorró C$60 en el recibo energético. Leé también: ¿Querés gozar del subsidio energético? Yo te digo cómo.
– Salón de belleza: “Ahorré en salón de belleza, me aplicaba sola los tintes; dejé de comprar cosméticos, (porque) luego ni los uso; (igual con los) zapatos, que luego sólo ocupan espacio y me los pongo una vez al siglo”. También dejó de hacer compras innecesarias de ropa y bisutería, procuró que sus compras cumplieran dos parámetros: que fuera urgente y necesario. Adicionalmente no obtiene créditos que no necesita.
– Otros ingresos: “a veces le ayudo a Rony (su esposo) a hacer gestiones, son C$ 200, lo hacía yo en lugar de que le pagara a un gestor”.
Todas estas prácticas que Martha hizo parecieran no dejar grandes sumas de dinero, pero si hacemos cuentas comprobaremos la gran cantidad de dinero que se nos va (o que nos podemos ahorrar) con pequeños cambios. Por día o semana podrán ser cantidades pequeñas, pero al final de año pueden sumar una cantidad considerable para realizar un sinnúmero de proyectos que por falta de dinero no has podido hacer.
Al igual que Martha vos podés hacer cambios en tus hábitos de consumo para reducir gastos, de modo que podás ahorrar y cumplir tus metas y sueños.
Si aún le estás dando vueltas a la idea de ahorrar, recordá que acabamos de lanzar el Club del Ahorro 2018, que propone una meta en córdobas y otra en dólares e incluye la posibilidad de abrir una cuenta de ahorros para retirar en diciembre en Bac Credomatic, de modo tu dinero esté resguardado y no lo gastés en la primera tentación que se te presente.
Al final nuestra amiga Martha optó por no comprar las mecedoras y depositó sus ahorros de 2017. Este año tiene como meta duplicar sus ahorros desde el hogar y sin un trabajo fijo, así que vos tampoco tenés pretexto para no hacerlo. No importa si tus ingresos son pequeños o grandes, como pudiste ver en este artículo, se puede ahorrar siempre y cuando te organicés bien y aprendás a administrar todos los recursos con los que contás.
Erving Silva
Pienso que si doña Martha dejara apagada la refri por la noche ahorraría aún más tomando en cuenta que las cosas en el freezer están congeladas y no se van a descomponer, y las de abajo están a una temperatura fría que se conserva durante la noche ya que no se está abriendo el refri y no hay peligro de pérdida por descomposición de lo alimentos. obviamente hay días en los que dependiendo lo que guardó no se debe apagar para conservar el alimento.
a mí me ha dado resultado y he ahorrado.
Gisella Canales Ewest
Esa es una práctica que a mí también me ha funcionado 🙂