Este año en Nicaragua ha quedado más claro que nunca la importancia de ahorrar. A diario me escriben lectoras y lectores pidiendo consejos o contándome cómo resolvieron una situación, y en casi todos los mensajes y correos hay un factor común: el aprendizaje sobre la necesidad de ahorrar, ya sea porque ese fondo les ayudó a resolver situaciones complejas, o porque los necesitaron con urgencia y no los tenían.
Como siempre debemos sacar aprendizaje de las cosas que nos ocurren –buenas y no tan buenas– debemos apropiarnos de una vez por todas de la idea que no debemos gastar el 100% de nuestros ingresos, sino que debemos ahorrar para nuestras metas y los tiempos de “las vacas flacas”.
Pero además de eso, debemos inculcar ese hábito en nuestros pequeños.
Con frecuencia creemos que los niños no entienden sobre el tema y vamos postergando su enseñanza. El tiempo pasa y cuando nos damos cuenta, se heredaron los hábitos de gastos excesivos, sobreendeudamiento y cero ahorro.
¿Por qué no les heredamos una billetera sana? Un niño que aprende a ahorrar se convierte en un adulto protagonista de su vida financiera.
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El ahorro también es cosa de niños
Siempre que se habla de ahorro infantil hay mucho debate en torno a cuál es la edad apropiada para empezar, pero… ¡nunca es demasiado temprano para enseñarles a ahorrar! El hábito del ahorro da mejores resultados cuando se aprende de niños.
Desde que la niña o niño comprenda su entorno e instrucciones, está listo para introducirse en el tema. Esto variará en cada infante (recordá que cada uno tiene su ritmo) y puede ser alrededor de los 3 ó 4 años, incluso un poco más.
El hábito del ahorro es algo que se debe enseñar en el día a día. Desde que vas a la pulpería, a la fritanga o al supermercado con la niña o niño, explicarles la función del dinero: intercambiamos dinero (monedas, billetes o plástico) por productos o servicios y sólo el ahorro les permitirá tener siempre la capacidad de obtener las cosas que necesitan o quieren.
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Cómo enseñar el ABC del ahorro
María José Aguinaga, gerente de cuentas pasivas de Banco Ficohsa Nicaragua, explica que en sus programas de educación financiera han observado que en la gran mayoría de casos el tema “ahorro” es prácticamente nuevo para los más jóvenes.
Muchas veces se limita a los niños porque se tiene la idea que están ‘muy pequeños para entender’. Sin embargo, antes de los 8 años es incluso perfecto porque podemos establecer un habito para toda la vida”, nos comparte.
Desde 2017 han enseñado a ahorrar a alrededor de 2,300 niños de entre 4 y 12 años, en cuatro escuelas públicas, una privada e hijos de colaboradores, lo que les ha mostrado que los pequeños expresan mucha alegría y asimilan muy bien el tema, especialmente cuando toman conciencia de que son capaces de alcanzar metas mediante el ahorro.
¿Cómo se logra enseñar a ahorrar a niñas y niños de esas edades? Hablándoles de forma muy sencilla y directa, pero se logra llevar mejor el mensaje cuando se acompaña con actividades lúdicas. Por esa razón, Banco Ficohsa Nicaragua creó un cuento gratuito sobre el ahorro: Fico el Cerdito; con el que los niños aprenden conceptos básicos de educación financiera, así como crear metas de ahorro.
Para enseñar el importante hábito del ahorro a nuestras niñas y niños, María José recomienda:
✔ Conversar con ellos sobre sus anhelos y metas, y mostrar que mediante el ahorro pueden lograrlo. “A veces los papás no pueden costear todos los regalos y lujos, por lo que involucrarles en el proceso de adquisición es relevante”.
✔ Hacer uso de la alcancía. La presencia física de ese símbolo de ahorro sirve como recordatorio e incentivo.
✔ Enseñarles de inicio la diferencia entre deseos y necesidades, para que aprendan a destinar mejor el dinero que llega a sus manos, al mismo tiempo que comprenderán mejor ciertas decisiones financieras que deban tomar sus padres en determinado momento. Por ejemplo: cuando en vez de comprar comida en la calle, esperar a llegar a casa. O cuando no es posible comprar el juguete que les deslumbró.
✔ En cuanto sea posible, darles una contribución o semanario (no debe ser una gran suma) para que aprendan el valor del dinero y que no todo debe gastarse si quiere hacer realidad sus metas.
Si aún no te has metido de lleno en la gratificante tarea de enseñar a tus hijos, sobrinos, primos o hermanos el hábito del ahorro, recordá que los resultados mejoran cuando más temprano se los enseñamos y el aprendizaje es mayor cuando observan el ejemplo. No dejés para mañana lo que pueden ahorrar hoy.
Leonardo Reyes
Hola buenas noches.
Quisiera saber como se solicita la compensación del IR para el siguiente período fiscal. Soy asalariado y sólo tengo un empleo. Según la LCT vigente dice que puedo hacer la solicitud hasta un techo máximo de 5 mil cordobas pero no dice como se realiza. Tengo a mano y en orden cronológico las facturas de medicina, pago a servicios médicos, útiles escolares a mi nombre con número de cédula. Agradecería su pronta respuesta. Gracias.