Cómo saber si te conviene (o no) construir en este momento

Hay quienes desde hace meses –o incluso años– planificaron alguna construcción en sus viviendas o negocios, la que han frenado por el contexto, pero ¿qué es lo mejor, esperar o hacerlo ya? Hoy quiero compartirte varios aspectos que debés tomar en cuenta antes de tomar la decisión.

Como hago hincapié siempre: cada caso es distinto, por tanto no podemos generalizar si es buena idea o no. Entonces, para saberlo, evaluemos lo siguiente:

1. El dinero. ¿Ya tenés el dinero o tenés pensado endeudarte para ello? Si pensás adquirir un crédito para ello (ya sea en una institución o con alguna persona), siempre recordá analizar tu panorama: las obligaciones que ya tenés (pues conforme asumís nuevas deudas vas reduciendo tu capacidad de pago y corrés el riesgo de no honrarlas en tiempo y forma, lo que podría afectar tu récord crediticio) y la estabilidad de tus ingresos para hacerles frente. No esperés que el funcionario del banco o financiera te diga cuánto es lo que podés pagar en concepto de cuotas de tus créditos, analiza vos tus números. Para ello te servirá calcular tu nivel de endeudamiento.

En el caso que sea un dinero que ya venías ahorrando desde hace tiempo: ¿el presupuesto de la construcción (con precios actualizados) te va a absorber todos esos ahorros o te quedará disponible? Esta última pregunta probablemente no te la haría con tanto énfasis si no atravesáramos una crisis como la que enfrentamos. ¿Por qué? Porque el contexto provoca que no haya estabilidad: no sabés si tu negocio seguirá en pie el próximo mes, o si podrías quedarte sin empleo. Por tanto, en tiempos de crisis no debemos quedarnos sin ahorros, SIEMPRE debemos tener algún fondo para imprevistos. Esto nos lleva al siguiente punto a analizar. ?

2. El tipo de construcción. ¿Es una ampliación necesaria (digamos, por hacinamiento o por salubridad), o es decorativa? Definir claramente la línea de nuestro proyecto nos hará ver qué tan prioritario es en nuestro esquema de gastos actual y valorar más objetivamente si debemos hacerla en este momento o si debemos esperar.


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3. Lo precios de los materiales. Éstos suben todo el tiempo y su tendencia no variará (al menos no significativamente) porque gran parte de los materiales que usamos para construir son importados –con precios dolarizados–, o su precio depende en gran medida del comportamiento de precios internacionales del petróleo y derivados (sobre los que no tenemos control y la proyección es que sigan al alza).

Para que te des una idea: hasta mayo de 2019 en promedio los precios de los materiales de construcción acumulaban un encarecimiento de 7.6% respecto al año anterior, según se puede extraer del Índice de Precios de Materiales de Construcción (IPMC), que monitorea el Banco Central de Nicaragua.

Por tanto, si estás retardando una construcción a la espera de que bajen los precios de los materiales, nunca vas a construir. Es mejor que te guiés por los puntos 1 y 2.


4. El costo de la mano de obra. Ésta también va en aumento permanente, pues se usa de referencia el salario mínimo de la construcción y, aunque vos no seás una empresa, quienes laboran en esa actividad se guían por el comportamiento de dicho indicador. ¿Cómo se ha movido el salario mínimo de ese sector? Para que te des una idea: en marzo de 2021 era de C$9,880.17 y ya en marzo 2022 pasó a C$10,571.78. Si tenés dudas, aquí podés hallar las tablas salariales de 2021 y de 2022


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5. ¿Gasto o inversión? Si luego de analizar los puntos anteriores ves que no tenés el dinero necesario y tendrás que endeudarte o te quedarás sin un centavo ahorrado, te aconsejo esperar un poco a reunir más. No tener ahorros en este momento es un lujo que NO podemos darnos.

En caso que luego de tu autodiagnóstico veás que sí podés costearlo sin quedarte sin ahorros y es una construcción necesaria, iniciá con cautela: con la construcción básica (que además es generalmente la más cara), tales como paredes, piso o techo, y luego poco a poco vas viendo los acabados y detalles como pintura y accesorios, conforme vas analizando el comportamiento de tus finanzas y la situación del país.

Recordá que cualquier mejora que hagás en tu vivienda aumentará su plusvalía, tu calidad de vida y la de tu familia. No es lo mismo pintar una casa o apartamento que alquilés, que mejorar lo propio, tu patrimonio. En mi caso considero que haber comprado y ampliado mi casa, es la mejor decisión financiera que he tomado, pero es algo que se hace analizando fríamente los números. Empecemos.

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