Existe un antes y un después que marca nuestra vida financiera: los hijos. Lo afirmo por experiencia personal y lo que me han comentado otras mamás y papás con los que he conversado sobre este tema, los que coinciden en que el manejo de su dinero cambió drásticamente con la llegada de “los herederos”.
Me convertí en madre a mediados de 2014, pero ese cambio radical del que les hablo llegó desde que supe que Isabella, mi hija, venía en camino. Hoy deseo compartirles las principales lecciones financieras que me ha dejado esta experiencia, y que aplican para mamás y papás.
1. Priorizar gastos. Una vez que se decide tener hijos, o bien se da cuenta de que uno viene un camino, debemos tener claro que nuestro orden financiero cambiará. Habrá muchos más gastos y probablemente los mismos ingresos, por lo que se debe estirar aún más el dinero. Es momento de detener todos aquellos gastos innecesarios y empezar una planificación del uso de cada córdoba. La noticia de la llegada de mi hija coincidió con el concierto de uno de mis artistas favoritos en Managua.
Recuerdo que la entrada valía alrededor de cien dólares y moría de ganas por ir, pero… ¿era un gasto necesario? Obviamente no. En ese momento no tenía ni idea de todos los gastos que implicaba un hijo, pero sabía que eran muchísimos, por lo que decidí empezar de ese modo la priorización de gastos y análisis de cómo usaba cada uno de mis córdobas.
2. Crear un fondo para emergencias de salud. Los niños —especialmente cuando son pequeños— se enferman con mucha frecuencia e independientemente de si cuenta con seguro social o no, siempre tendrá que hacer gastos en salud. El problema es que esos son gastos que difícilmente pueda presupuestar, pues generalmente llegan en el momento menos esperado, por lo que es recomendable hacer un fondo para estas emergencias médicas.
Yo decidí hacerlo desde el embarazo. Presupuesté una cantidad quincenal que fui depositando a lo largo de esos meses, de modo que al nacer Isabella ya tenía un fondo suficiente que he procurado no dejar de alimentar.
Como este fondo está previsto para usarse con cierta frecuencia, le recomiendo hacerlo en córdobas, para no perder con las tasas de cambio. Le explico: si decidiera alimentar esa cuenta con 20 dólares hoy, comprarlos en el banco me costaría 574.60 córdobas. Si yo quisiera cambiar esos 20 dólares el 15 de junio para comprar medicinas, según el cambio oficial, por esos 20 dólares me darían 571.14 córdobas. ¿Ve la diferencia? Cada córdoba cuenta, por lo que si ese fondo será para gastos frecuentes, mejor hágalo en córdobas, y en caso de ser una cuenta bancaria, ganará el mantenimiento del valor, es decir que cada día le reconocerán el deslizamiento de la moneda nacional respecto al dólar.
3. Crear un fondo para educación. Mientras más temprano lo inicie, mejor. Los gastos de educación son de los más elevados, especialmente si recurrirá a la educación privada. Primero debe definir para qué será ese fondo (si para cuando ingrese a primaria, a secundaria, o para cuando llegue a la universidad) y a qué cantidad desea llegar.Una vez tenga clara la meta y el plazo, fije cuánto almacenará cada mes y cúmplalo. La clave aquí es la constancia con la que alimentará ese fondo y olvidarse del mismo, es decir, no lo vaya a gastar ante el primer imprevisto que tenga.
4. Asegurarse. Cuando se sabe que hay alguien que depende enteramente de uno, lo mejor es disminuir riesgos. No sabemos si nos puede pasar algo mañana, por lo que les recomiendo buscar un seguro de vida. Muchas personas creen que los seguros de vida son caros, pero conozco de algunos que le costarían cada mes hasta menos de cien córdobas. El monto variará según la cobertura, pero como les he insistido en otros artículos: cualquier cantidad es mejor que nada. En caso que le ocurra algo, ¿qué es mejor, que le queden a sus hijos unos 5,000 dólares, o que les quede cero? El monto del seguro irá en dependencia de sus capacidades, pero procure tener uno, aunque sea pequeño.
Ojo: los seguros de vida que se contraen obligatoriamente con los préstamos no aplican a esta recomendación, pues esos solo cubren el monto de la deuda.
5. Menos endeudamiento. Cuando se tiene hijos los gastos nunca son lo suficientemente previsibles, por lo que es necesario reducir al máximo las deudas para contar con más dinero, que nos permita maniobrar estos gastos inesperados.Desde los numerosos cumpleaños a los que les invitan, hasta los accidentes o enfermedades que sobrepasen nuestro fondo de salud, todo representa gastos que hay que cubrir, querramos o no, por lo que es mejor estar preparados.
Como verán, tener hijos implica muchas medidas financieras. ¿Cuáles agregaría usted?
Karla
Yo agregaría:
-Evitar llevar a los niños a las jugueterías, a los supermercados.
– En lo relacionado al entretenimiento no llevarlos solamente a comer…normalmente ellos preferirán ir a comer a restaurantes de comida rápida que esta además de cara no es saludable…en lugar de esto llevarlos al parque y jugar con ellos…los niños disfrutan cuando los padres juegan con ellos!!!