Estos meses han sido sumamente difíciles en Nicaragua y la economía no ha quedado exenta, como bien sabemos. Sin embargo, gran parte de la convulsión económica que vivimos ha sido a causa de rumores, información falsa y malintencionada que se propaga con facilidad a través de las redes sociales.
No hay día en que no me escriban mediante mi cuenta de Twitter, o mensaje directo a través de la cuenta de Facebook de Dele Peso a sus Pesos consultas sobre si es real algún comunicado que circula por whatsapp, o si es verdad que habrá devaluación del córdoba, que si “X” banco va a cerrar o que no está entregando dólares, y un sinfín de etcéteras.
Estoy clara que los antecedentes vividos en los 80’s y lo que nos cuentan familiares, sumado a la volatilidad que observamos en el entorno nos pueden poner nerviosos, pero eso no significa que vamos a sucumbir ante la primera cadena que nos llegue. Debemos ser responsables con nosotros mismos, nuestras finanzas y, especialmente, con el país. Así que si realmente querés “hacer patria” contribuí a la estabilidad y no lo inverso.
Durante los últimos días han proliferado publicaciones sobre la situación que atraviesan los bancos de Nicaragua (no todas acertadas), lo que me trajo hasta aquí para explicarte qué está pasando en realidad.
Empecemos por tener claro cómo funcionan los bancos:
Como ves, el dinero que la población tiene en cuentas bancarias (no todo es ahorro, sino que incluye pago de planillas que entran y salen) es –principalmente– la fuente de recursos para los créditos, créditos con los que invertimos y consumimos en pro de la economía que debemos levantar.
Depósitos se reducen
Pero, ¿qué ha pasado con esos depósitos? Han resentido la crisis: centenares de miles han perdido su empleo y han tenido que usar sus ahorros, miles también han emigrado y se han llevado lo que tenían, muchas empresas han tenido que echar mano a sus reservas para enfrentar sus compromisos, pero también los depósitos han sido víctima de la especulación y pánico, producto de la desinformación y publicaciones malintencionadas que mencioné al inicio.
¿Qué ha provocado esto? Aquí te lo grafico:
Y, si revisamos el detalle de cada mes, las semanas en que nos azotan rumores acerca de la estabilidad de los bancos o devaluación, es cuando más se ha acelerado la fuga de depósitos (sí, fuga). Si querés verlo con tus ojos, aquí te comparto el informe donde hallarás las cifras de los depósitos de abril, de mayo, de junio, de julio, de agosto y lo que va de septiembre.
El gran problema de que los depósitos estén reduciéndose de esa manera es que los bancos NO tienen todo ese dinero en la bóveda, sino que –como ya te expliqué con la primera imagen– tienen gran parte de ellos colocados en créditos que ya tienen pactado tiempo de pago, por tanto, el banco no puede simplemente decir “bueno, como están sacando el dinero, voy a hacer cobro anticipado a los que me deben”. No. Tienen que apegarse a lo ya pactado, pero el otro gran inconveniente que están sufriendo es que parte de los deudores no están pagando en tiempo y forma (por las razones que sean). Y si a eso sumamos los gastos operativos (emplean a más de 11 mil personas según datos oficiales, costos logísticos, tecnológicos, administrativos, también pagan créditos, entre muchos otros). Está complicada la cosa, ¿verdad?
Entonces, les toca sortear la salida de depósitos. ¿Cómo? Algunos han incrementado tasas de interés de los créditos vigentes, otros están realizando campañas para atraer nuevamente depósitos, otros agresivos en los cobros, o están recortando gastos no prioritarios, etc, etc.
Ahora, pongamos en la balanza todo este contexto y sumemos especulación y rumores. ¿Qué tendremos? Un coctel que NO vamos a querer probar.
Para entender mejor: ¿Qué significa la reforma hecha por el Banco Central?
Las calificaciones de riesgo
El otro día se hablaba mucho de que la agencia Fitch Ratings había “calificado negativamente” a tres bancos privados y que éstos tenían problemas de liquidez, pero aclaremos: NO es que se les calificó negativamente, se modificó la calificación que éstos tienen (aquí el comunicado), aunque sus evaluaciones se mantienen en AAA y AA para el largo plazo y F1 para el corto plazo, de las más altas posibles. En la imagen de abajo podés conocer las definiciones de éstas.⤵
Asimismo, la calificadora mantiene en “observación negativa” a dichas instituciones, tal como lo estableció desde junio, es decir que no es una acción nueva (comprobar aquí).
¿Qué significa esto? Que hay una mayor probabilidad de que la calificación cambie ante el entorno que atravesamos. ¿Y es que acaso podríamos esperar algo distinto? Difícilmente.
Ahora bien, ¿por qué Fitch sólo habla de estas tres instituciones cuando en Nicaragua hay siete bancos privados? Porque no todos los bancos usan la misma calificadora para evaluarse. Te explico: los bancos en todo el mundo se someten a pruebas ante calificadoras para demostrar su fortalecimiento y atraer nuevos clientes, captar recursos mediante bolsa de valores, obtener nuevos acreedores, entre otras razones. A nivel mundial las más reconocidas son Moody’s, Standar & Poors y Fitch, y a nivel centroamericano está SCRiesgo, pero no todos los bancos usan las mismas.
Por tanto, si querés saber cómo andan las finanzas del banco con el que trabajás o donde ahorrás, aquí hallarás los informes condensados de cada institución. Siempre mejor cerciorate por vos mismo/a, no te dejés llevar por titulares sensacionalistas.
Mientras tanto, te comparto la apreciación de la agencia calificadora, que al menos a mí, me tranquiliza:
Los bancos han sostenido niveles buenos de liquidez al reducir su crecimiento crediticio y obtener más financiamiento institucional. Si bien los indicadores de calidad de préstamos y rentabilidad se han deteriorado, aún permanecen en niveles razonables y todavía superiores a la banca centroamericana». Fitch Ratings en su comunicado del 27 de agosto.
¿Qué debemos hacer los usuarios?
Como he insistido y seguiré: lo primero que debemos hacer es tranquilizarnos e informarnos con fuentes fiables, no dejarnos llevar por cualquier portal nuevo que veamos en la web o por las cadenas de whatsapp. Y, además de ser usuarios informados, ser responsables:
✔ No retirar nuestros ahorros por impulso ni instar a otros a hacerlo. Si vas a sacar tu dinero del banco que sea porque realmente lo necesitás, no porque te llegó un mensaje diciendo que debés hacerlo. El dinero NUNCA estará más seguro en tu casa. Promover el retiro de los depósitos, más que dañar a los bancos, daña a los usuarios que tienen créditos y ahorros, es decir, que podrías estarte haciendo daños a vos mismo/a o a alguien cercano.
✔ Pagar en tiempo y forma. Recordá el ciclo del dinero en los bancos, por tanto, dejar de pagar nuestros créditos hace daño a quienes tienen sus ahorros ahí y crea un círculo vicioso de efectos negativos. Por el contrario, debemos promover la cultura de pago. En caso que realmente estés enfrentando dificultades para pagar tus créditos, en este artículo te comparto varias recomendaciones sobre qué hacer al respecto. Y, si aunque demostrés voluntad de pago la institución financiera no te da las facilidades, podés solicitar la revisión del caso al ente regulador o aplicar a la normativa creada para este fin (en caso que apliqués).
Si aún te quedan dudas sobre cuál es la situación de los bancos de Nicaragua, podés darle una revisadita aquí a los indicadores de los bancos de toda la región (son del Consejo Monetario Centroamericano) y hacer las comparaciones. Verás que los bancos de Nicaragua superan a sus pares de otros países con economías más desarrolladas. Por tanto, si algo negativo pasa con los bancos no es por su estructura o eficiencia como tal, sino por el contexto nacional y lo que estamos haciendo los usuarios.
¿Cuánto de lo que vemos en redes es cierto y cuánto no? Discriminemos mejor y recordemos que cada “compartir” que demos, puede contribuir a una mejoría o hacer más daño. De vos depende.
Dond Andrés
Excelente comentario a la realidad que estamos viviendo….Saludosby un abrazo